El Gobierno apuesta por mantener, desde el respeto mutuo, unas relaciones "constructivas" con Venezuela, por encima de las diferencias que puedan existir, aunque advierte de que la política de derechos humanos que defiende el Ejecutivo es una cuestión de principios "que no depende de amenazas ni coacciones".
En una respuesta parlamentaria por escrito a la líder de UPyD, Rosa Díez, el Gobierno reconoce su preocupación por la situación de Venezuela y su deseo de apoyar cualquier iniciativa que permita una "reducción de la tensión" en el país y un diálogo entre venezolanos.
Recuerda el Ejecutivo que las relaciones entre España y Venezuela se sustentan en "estrechos vínculos" históricos y culturales, que más de 200.000 españoles residen en el país y que son numerosas las empresas españolas establecidas allí, contribuyendo al progreso económico.
Por ello, reitera su "firme compromiso" con la defensa de los intereses de España, de los españoles y de sus empresas, "así como con el carácter irrenunciable de las libertades de expresión y opinión en nuestro país".
"La política exterior de derechos humanos del Gobierno es una cuestión de principios y prioridades, que no depende de amenazas ni coacciones", advierte.
En su respuesta a UPyD, el Gobierno destaca el "enorme valor" de la resolución aprobada el pasado 14 de abril por el Congreso de los Diputados en favor de la libertad de los opositores encarcelados.
También hace suya la declaración de la UE en la que se expresa la alarma por la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y se pide una investigación rápida e imparcial con pleno respeto al principio de inocencia y las garantías procesales.
"España desea tener, desde el respeto mutuo, unas relaciones constructivas con Venezuela, por encima de las diferencias que pudiera haber y existe disposición a dialogar con su Gobierno sobre cualquier ámbito de la relación bilateral", subraya.
En su pregunta al Gobierno, Rosa Díez expresaba su preocupación por la detención de Ledezma y pedía al Gobierno que liderara iniciativas diplomáticas y en el seno de la UE para exigir explicaciones al presidente venezolano, Nicolás Maduro, "por la deriva dictatorial" que está tomando el país.
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