El Gobierno español no tiene otro candidato aparte del exministro de Agricultura Miguel Arias Cañete para ocupar una cartera en la Comisión Europea, a pesar de que su nuevo presidente, Jean Claude Juncker, trabaja para aumentar el número de mujeres propuestas por los Estados miembros.
Juncker pidió a los países de la UE que le enviaran una terna de candidatos y que incluyeran en ella al menos a una mujer, pero varios países, entre ellos España, hicieron oídos sordos y remitieron al luxemburgués tan solo un nombre.
Fuentes del Ejecutivo de Mariano Rajoy han confirmado a Europa Press que su "único" candidato a comisario es Cañete. "Y no va a haber otro", aseguran.
Juncker no revelará la composición de su equipo hasta primeros de septiembre y hace unos días advirtió a los Gobiernos de que no se dejará influir por ellos a la hora de repartir las carteras en el seno del próximo Ejecutivo comunitario.
"No me voy a dejar influir por las diferentes capitales. Yo soy el que decide", defendió desde Atenas en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro griego, Antonis Samaras, el pasado 4 de agosto.
El equipo que forme Juncker deberá recibir el aval del Parlamento Europeo, que someterá a cada candidato a comisario a un examen de idoneidad, que incluye la celebración de audiencias ante las comisiones correspondientes de la Eurocámara. Por lo pronto, ya ha advertido de que no respaldará una Comisión que tenga menos mujeres que el actual Ejecutivo, nueve.
El Parlamento puede tumbar las candidaturas, si considera que los candidatos no son adecuados, como ha ocurrido en el pasado. Uno de los casos más recordados afectó en 2004 al italiano Rocco Buttiglione, propuesto por su país como candidato a comisario de Justicia y Libertades.
Buttiglione había realizado unas polémicas declaraciones sobre la homosexualidad y el papel de la mujer. En concreto, opinó públicamente que "la familia existe para permitir que las mujeres tengan hijos y que un hombre las cuide" y que la homosexualidad es un pecado.
Aunque intentó convencer a la Eurocámara de que esas opiniones no tendrían por qué influir en sus decisiones políticas, no convenció pues los parlamentarios recordaron que había querido introducir una enmienda a la Carta de Derechos Fundamentales para que se eliminara la discriminación por orientación sexual.
El Gobierno de Rajoy asume que las declaraciones, también polémicas, de Cañete en campaña electoral --dijo tras su 'cara a cara' en televisión con su oponente socialista Elena Valenciano que el debate con una mujer es "difícil" pues "si demuestras superioridad intelectual o la acorralas, eres un machista"-- no se lo van a poner fácil en las audiciones. Los socialistas podrían utilizar este error en su contra, si bien Cañete irá preparado para hacer frente a este tipo de ataques.
LA META PRINCIPAL, EL EUROGRUPO
Sin embargo, la máxima aspiración del Ejecutivo en relación con el reparto de poder de UE no tiene que ver con la cartera que le adjudiquen a Cañete, sino en situar al actual titular de Economía, Luis de Guindos, en la presidencia del Eurogrupo, uno de los cuatro grandes puestos que se renuevan en la legislatura, junto a las presidencias de la Comisión y el Consejo Europeo, y el puesto de Alto Representante de Política Exterior.
Guindos se encuentra bien posicionado para hacerse con el puesto. Además de que el ministro se ha ganado el respeto de sus colegas, España cree que merece presidir el Eurogrupo en reconocimiento a su programa de reformas que le han permitido dejar atrás la recesión y volver al crecimiento y que están arrojando resultados "positivos" y "esperanzadores", indican las fuentes.
Algunos expertos ven difícil que si se logra para Guindos la presidencia del Eurogrupo, Cañete pudiera tener también una cartera de peso económico, como Competencia, Asuntos Económicos y Monetarios o Comercio Exterior.
PRIMERAS FICHAS POR MOVER
Pero el Eurogrupo no es la primera ficha que se ha de mover en este ajedrez, pues el mandato del actual presidente, el holandés Jeroen Dijsselbloem, no expira hasta la primavera de 2015. Solo si Dijsselbloem se moviera a otro puesto antes del final de su mandato, la renovación al frente de la institución se adelantaría.
En la próxima cumbre que celebrarán los líderes europeos el 30 de agosto, se centrarán en acordar los nombres que deberán sustituir a la británica Catherine Ashton como Alta Representante de Política Exterior, y al belga Herman van Rompuy al frente del Consejo Europeo, teniendo en cuenta los equilibrios de género, geográficos y de color político que pesan en este tipo de decisiones.
En las últimas semanas han cobrado fuerza los paquetes formados por la ministra italiana de Exteriores, Federica Mogherini, como Alta Representante y el primer ministro polaco, Donald Tusk, para el Consejo Europeo. El inconveniente que representa la candidatura de Tusk para Polonia estriba en que su marcha a Bruselas podría poner en peligro su coalición de Gobierno, que tiene una mayoría escasa.
Otra opción que soperarán los líderes será el tándem formado por la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, y el ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, como jefe de la diplomacia europea. La actual comisaria de Ayuda Humanitaria, la búlgara Kristalina Georgieva, también aparece en las quinielas para sustituir a Ashton.
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