De incógnito

Los carga el diablo

“Alguien”, que evidentemente tenía preparados los 140 caracteres para explicar la operación policial, ha tenido el dedo más fácil de la cuenta y le ha dado al “tuitear” antes de tiempo

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Siempre se ha dicho que la mejor manera de no equivocarse es cerrar la boca, pero con esto de las nuevas tecnologías hay veces que el problema no es decir, sino hasta dónde llega lo que se ha dicho. “Los carga el diablo”, me decía una compañera un día hablando de cómo un tuit puede llevarte a la ruina, sea porque seas un político que debe abstenerse de decir en voz alta digital algunas cosas o un individuo normal cuyo jefe lee el comentario que, simplemente, te puede llevar al paro.

Aunque hay de todo, lo más común es que no vaya más allá de varios comentarios como respuesta, pero clama al cielo que desde un señor Ministerio del Interior “alguien” adelante una operación antiterrorista de la Guardia Civil del calibre y la repercusión que ha tenido la detención del entramado “jurídico” que rodea a la banda terrorista ETA. Se va a investigar, claro está, y, como siempre, se trata de un error humano...

Bien está lo que bien acaba... O no. En este caso en cuestión, gravísimo bajo mi punto de vista, “alguien” que evidentemente tenía preparados los 140 caracteres para explicar la operación policial, ha tenido el dedo más fácil de la cuenta y le ha dado al “tuitear” antes de tiempo. Las redes sociales son un submundo de patio de vecinos en el que en un lapso de tiempo muy breve, aunque se borre el tuit, los dos kilos de más de la rubia del quinto se convierten en un embarazo; en este caso, una alerta a un grupúsculo más que organizado que ha podido destruir más de una prueba. La operación policial se llevó a cabo, sí, y se incautó mucha documentación pero ¿toda?

Y ahora, vamos a cortar cabezas. Es muy posible que el responsable del dedo fácil esté ya condenado al ostracismo en un rincón del Ministerio del Interior o que ya engrose la lista del paro. Los errores, a veces, se pagan de forma automática. Pero quien le ofreció la información suficiente como para redactar en 140 caracteres el grueso de la operación es alguien que está más arriba y es un político que estaba más que interesado en dar un golpe de efecto ¿quizás antes de los informativos de la tarde? Interior debería tener un poco más de paciencia antes de venderse y respetar, al menos, los tiempos.

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