Mi temor es que todas las esperanzas que tenemos puestas en Obama no se hagan realidad, que no sea capaz de imponerse a los poderes fácticos que intentarán impedir cualquier tipo de cambio que les perjudique. Es innegable que los EEUU es la nación más poderosa del mundo, por ello es necesario que quien ejerza su liderazgo sea alguien con convicciones profundas y arraigadas, que no utilice el poder a capricho y para beneficio de unos pocos.
Ya no queda nadie de aquel funesto trío de las Azores. La soberbia e intolerancia de Aznar le hizo perder a su partido las elecciones, a Blair se lo quitaron de en medio sus propios compañeros de fila y ahora Bush ha propiciado que su partido pierda las elecciones y él se haya convertido en el peor presidente que ha tenido su país, con el índice de popularidad más bajo que se ha registrado nunca. Es más, con sus políticas ha sido el causante de la más dura crisis mundial que se conoce.
Han pagado, aunque no creo que lo suficiente, por crear una enorme inseguridad en el mundo con la guerra ilegal de Irak y los cientos de miles de inocentes asesinados. No hay nada como tener paciencia y esperar a que el tiempo coloque a cada uno en su lugar, y la Historia lo está haciendo; pasan a formar parte de la crónica negra de ella.
He tenido la suerte de vivir en EEUU varios años y puedo decir que el pueblo americano es como todos, tiene cosas buenas, malas y regulares, pero tiene una enorme virtud, quieren a su país de verdad, no de boquilla. Allí sería impensable que alguien hiciera como Aznar, lamerse sus heridas destilando odio y rencor por todos los rincones del mundo, insultando a su presidente. Para todos ellos, sobre todo en política exterior, Obama será su presidente, y que nadie lo toque.
Tampoco utilizarían las formas de la derecha extrema del PP, aplaudiendo a rabiar, e incluso apoyando, a aquellos que como Bush se han empeñado en hacernos todo el daño posible. Jamás aplaudirían a alguien que se ha empeñado en tratar de humillar al representante de España. Un ejemplo de ello lo dio el mismo oponente a Obama, el republicano McCain, cuando en su mitin de la derrota acalló los murmullos de los asistentes y expresó su total apoyo a su nuevo presidente.
Para terminar una sola observación para los que siempre justificaban el despreciable comportamiento de Bush, con el que Zapatero no se había levantado al paso de la bandera americana, por lo cual este pueblo estaba muy dolido. ¿Cómo es posible que estuvieran tan ofendidos si resulta que el pretendiente a suceder a Bush ni siquiera conocía la existencia de Zapatero? Y eso que son del mismo partido.
La gente de bien los trapos sucios los lava en casa.
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