El etarra Josu Uribetxeberría Bolinaga ha sobrevivido durante los últimos diez meses a dos situaciones límite provocadas por una trombosis y una hidrocefalia, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras del informe de la situación del terrorista elaborado por el Hospital San Sebastián que le trata del cáncer por el que fue excarcelado el verano pasado.
Según estas mismas fuentes, el documento hace un repaso mensual de su evolución desde que el hospital emitió en agosto los dictámenes por los que se le concedió la libertad condicional. En este repaso se incluyen estas dos incidencias. La primera de ellas, la trombosis, ocurrió en octubre cuando aún se encontraba ingresado a la espera de recibir el alta y ser trasladado a su casa en el municipio guipuzcoano de Mondragón.
Posteriormente se produjo la hidrocefalia, que ocurrió antes de Semana Santa. A Uribetxeberría Bolinaga se le hinchó la cabeza de manera significativa, añaden las mismas fuentes. Una vez superadas estas dos situaciones, el secuestrador de Ortega Lara se estabilizó al tiempo que recibía tratamiento con un medicamento llamado 'Sunitinib'.
Sin embargo, con el paso de las semanas tuvo se le tuvo que retirar este fármaco ya que se comprobó que le estaba provocando una infección en la sangre, indican las mismas fuentes sobre el contenido de este informe de cuatro folios encargado por Prisiones y que fue remitido el pasado día 4 a Interior. Horas después fue enviado a la Audiencia Nacional para que tome una decisión sobre si se mantiene su situación de libertad condicional o vuelve a prisión.
El estudio ha sido realizado por los dos especialistas en Oncología Médica y Radioterapia que realizaron los informes médicos del 16, 20 y 22 de agosto. Además se incluye que el terrorista tiene fijada una revisión para el próximo 14 de agosto en el departamento de Oncología del centro hospitalario. La última revisión la tuvo en el mes de junio.
El Hospital de San Sebastián no arroja ninguna mejoría en el estado de salud de Bolinaga con respecto al pasado mes de agosto y tampoco ofrece novedades en cuanto a la estimación de esperanza de vida que realizaron entonces según la cual se encuentra en una situación "irreversible" en la que "más de la mitad de los pacientes fallecen antes de los nueve meses y la probabilidad de supervivencia a los 12 meses estaría en torno al 10 por ciento", es decir, que tendría un 90 por ciento de probabilidades de fallecer antes de un año.
ENCLAVAMIENTO
El documento del servicio vasco de salud (Osakidetza) advierte del riesgo que supone para el etarra que hechos como la trombosis o la hidrocefalia hubiesen acontecido en prisión. Además, alerta también del riesgo que supone que Uribetxeberria pueda sufrir un "enclavamiento", situación que se produce al aumenta la presión en la unión entre el cerebro y la médula espinal afectando al cerebelo.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) no se fía de los informes de Osakidetza y por ello ha solicitado a la Audiencia Nacional que encargue un estudio alternativo sobre el estado de salud de Bolinaga. Incluso remitió un escrito en este sentido al juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro.
También la Fiscalía ha solicitado al juez que se practique un nuevo informe médico tras constatar que "la supervivencia del penado lleva camino de superar todos los registros conocidos". El Ministerio Público destaca que, desde los informes que calculaban que el etarra tenía una esperanza de vida de nueve meses, "han pasado 10 meses y 12 días" y agrega que "todas las metástasis provocadas por el cáncer que sufre Bolinaga "han disminuido de tamaño, lo que revela indiscutiblemente una evolución favorable de la enfermedad".
Así, el fiscal reclama una nueva evaluación de las circunstancias que concurren en el enfermo para "recalcular la mediana de supervivencia del penado y poder comprobar la situación de peligro patente o riesgo inminente para su vida" después de que haya recibido tratamiento médico en los últimos meses.
El criterio del Servicio Vasco de Salud y el de la forense de la Audiencia Nacional ya chocaron el verano pasado cuando surgió el 'caso Bolinaga'. La forense sostuvo entonces que Bolinaga no se encontraba en estado terminal y que su situación se había visto agravada por la huelga de hambre que había llevado a cabo esos días.
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