Este invernadero-laboratorio se encontraba instalado en dos naves ubicadas en el interior de una finca de este municipio, en el que también se hallaron los equipos empleados para el crecimiento de la marihuana: 160 lámparas alógenas de más de 600 wattios, extractores de humos, equipos completos de aire acondicionado, 10 ventiladores, filtros de aire, humidificadores y sistemas de riego, dispositivos electrónicos y eléctricos --160 transformadores-- para el control de temperatura y humedad, controladores y reguladores de PH.
Al parecer, las instalaciones se encontraban "equipadas y organizadas" para la plantación, cultivo, recolección y secado de la marihuana, al contar con estancias "perfectamente acondicionadas" en cuanto a creación de microclima. De esta forma, se establecían artificialmente las condiciones "idóneas" de temperatura y humedad propias para su cultivo, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
El objetivo de todo ello era "lograr forzar el crecimiento y floración de las plantas para lograr recolectar varias cosechas al año", así como "una alta concentración" del principio activo propio de esta sustancia estupefaciente, el THC --TetraHidroCananbinol--. Tras alcanzar su altura óptima, de cada planta se podría obtener alrededor de medio kilo de marihuana, lo que sumaría un total aproximado de 1.000 kilos.
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