La tijera de los censores ha hecho estragos en el montaje que los cines chinos proyectan estos días de la cinta que en 1997 protagonizadon Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. De hecho, el tajo que ha desatado las iras de los espectadores del gigante asiático es el que ha sufrido la escena en la que Rose (Winslet) posa desnuda tumbada en un sofá para que Jack (DiCaprio) pinte su retrato.
Pero el celo de los funcionarios de la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión -organismo que se encarga de velar por la procedencia de los contenidos audiovisuales que se exhiben en China- no se ha quedado ahí y también se han cortado otras en las que los personajes de Winslet y DiCaprio aparecían con poca ropa o en actitud comprometida.
EVITAR TOCAMIENTOS ENTRE EL PÚBLICO
"Teniendo en cuenta los efectos tan realistas del 3D, nos tememos que los espectadores pueden estirar sus manos para tocarse e interrumpir así la visualización de otras personas", afirma -ni corto ni perezoso- un comunicado emitido por la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión. "En favor de la construcción de un desarrollo armonioso y ético del entorno social, hemos decidido cortar las escenas de desnudez", sentencia el comunicado.
Lo más curioso, y que ha despertado más polémica y comentarios en foros y redes sociales, es que cuando la superproducción de Cameron -la película más taquillera de la historia hasta la llegada de Avatar- se estrenó en China en 1998 se pudo ver el montaje sin ningún tipo de corte o censura.
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