La portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, ha reconocido en rueda de prensa que su grupo no está a favor de "un voluntariado obligatorio" y ha defendido el sistema vigente hasta la fecha, que permitiría "la contratación de parados para hacer trabajos en administraciones públicas o servicios públicos".
"Creemos que es más adecuado que exista un contrato y una parte del salario que se pueda ver reducida por el seguro de desempleo. Pero ese voluntariado de obligado cumplimiento no nos parece adecuado, correcto ni bueno para el trabajador o el mercado de trabajo", ha añadido.
MEJORAR LA EMPLEABILIDAD
Por su parte, el portavoz de Empleo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Joan Coscubiela, ha indicado que su grupo es favorable a que los parados puedan utilizar su tiempo "para tareas de tipo formativo" que el Gobierno debe garantizar con el objetivo de "mejorar su empleabilidad y sus posibilidades de conseguir un puesto de trabajo".
"Si eso además se puede conseguir en algunos casos complementándolo con actividades que ayuden a la sociedad y que tengan carácter formativo, se puede estudiar", ha apuntado el diputado de ICV, matizando que, en cualquier caso, "si lo que pretende el Gobierno es tapar su ineficiencia para no ofrecer formación a los parados proponiéndoles que sirvan como mano de obra barata en las administraciones públicas" su grupo se opondrá.
En la misma línea se ha pronunciado el PNV, cuyo portavoz parlamentario, Josu Erkoreka, ha señalado en rueda de prensa que "hay una idea de fondo que podría ser positiva pero que está muy mal tratada", por lo que ha apostado por esperar a ver cómo se concreta en la tramitación de la reforma laboral como proyecto de ley.
"La idea de que ciudadanos que reciben una prestación pública y no ejercen función laboral alguna puedan ser utilizados por las instituciones públicas para labores que reviertan en beneficio de la comunidad no es despreciable, pero hay que articularlo y madurarlo bien con todo tipo de garantías para evitar excesos y limitar algunas demasías en que se puede incurrir", ha precisado.
PP: TAMBIÉN EN OTROS PAÍSES
Finalmente, el portavoz 'popular' en la Cámara baja, Alfonso Alonso, también ha reconocido estar "a la espera de conocer los detalles" de esta iniciativa y ha subrayado que "lo más importante que se puede hacer con los parados es mejorar su empleabilidad a través de la formación".
"Y si se plantea que puedan hacer servicios sociales, debe enfocarse muy claramente a mejorar las posibilidades de su inserción laboral. Si la medida va encaminada en ese sentido y se diseña de esa forma, buscando su inserción laboral y que estén activos y en ningún caso sustituyendo puestos de trabajo puede ser muy positivo", ha añadido, recordando que este tipo de iniciativas "están funcionando también en otros países".
Rubalcaba: "Me acuerdo de alguna alcaldesa del PP en la verja de Interior"
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha afirmado que su partido irá a las manifestaciones a las que crea que debe ir y ha añadido que le hacen cierta "gracia" las críticas del PP, ya que dirigentes de ese partido también se manifestasen contra el Gobierno socialista: "Yo me acuerdo muy bien de las pancartas, las he tenido los domingos a las puertas de mi casa, algunas con dirigentes del PP, con alguna alcaldesa del PP agarrada a las verjas del Ministerio de Interior".
En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, Rubalcaba ha defendido que "los españoles se manifiestan cuando quieren" y que el PSOE se sumará a las manifestaciones "a las que crea que hay que ir". Por eso, ha calificado de "insulto intolerable" que "algún ministro" haya afirmado que el PSOE es "un partido violento".
Además, ha incidido en que cuando él pidió a su partido que saliese a la calle estaba haciendo un llamamiento a dejar de discutir de puertas adentro, a "pasar de la fase de endoscopia a la de hablar con los ciudadanos", y que hay quien "malvadamente" lo ha convertido en un llamamiento a las protestas.
De hecho, Rubalcaba ha insistido en que la tarea de oposición por parte del PSOE, que es "un partido serio", pretende ser útil para salir de la crisis y que eso incluirá acordar las medidas que considere positivas y confrontar en caso contrario, como sucede con la reforma laboral. "Si hay que hacer una manifestación naturalmente que la haremos", ha remachado.
Sobre la reforma, ha insistido en que el PSOE tratará de aprovechar el trámite parlamentario para corregir lo que considera "defectos de inconstitucionalidad", especialmente el contrato indefinido con 364 días de prueba y el abandono de las relaciones laborales pactadas. El PSOE ya ha avisado de que si no se modifican esos aspectos recurrirá la reforma ante el Constitucional.
RECHAZA LA DISYUNTIVA ' O DERECHOS O EMPLEO'
Según Rubalcaba, con la reforma el Gobierno pretende poner a los trabajadores ante una disyuntiva entre "renunciar a derechos o renunciar a empleos", cuando a su juicio ese es un planteamiento equivocado porque con ella "habrá menos derechos y menos empleos". A su modo de ver, habría que haber continuado en la línea del pacto de rentas que alcanzaron recientemente empresarios y sindicatos y no cambiar las relaciones laborales dando todo el poder a los empresarios: "Haga usted lo que quiera con los salarios de los trabajadores y, si estos se resisten, póngalos en la calle", ha resumido.
Además, ha visto irónico que el propio Ejecutivo diga que la reforma tardará un tiempo en tener efectos positivos, precisamente en línea con lo que Rubalcaba decía en campaña electoral de la reforma del PSOE, que habría que esperar un tiempo antes de hacer otra para comprobar sus efectos.
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