La actriz sevillana ha posado para este calendario, que la fábrica realiza anualmente con la llegada del otoño, ataviada de con trajes de inspiración taurina, flamenca y religiosa, como en el retrato en el que aparece ataviada únicamente con una mantilla negra que cubre su cuerpo desnudo en actitud orante en el interior de la capilla. El resto de las instantáneas, del fotógrafo español José Manuel Ferrater, se han realizado en escenarios sevillanos como el palacio de la Casa de Pilatos, la hacienda El Esparragal o el hotel Casas de la Judería.
Los productores del almanaque de la multinacional contaron con el visto bueno de la hermandad que custodia la capilla de la Virgen de la Encarnación en Gerena. De hecho, en el momento de la sesión varios miembros de la junta de gobierno estaban presentes, aunque se les invitó a salir de la ermita al pedir los responsables del calendario intimidad para que la artista se concentrara.
Según informa el Diario de Sevilla, la polémica ha llegado hasta el Arzobispado de la capital andaluza, aunque no han hecho declaraciones al respecto. Así lo aseguró a dicho periódico el párroco, José Salguero: "Ni la hermandad ni nosotros vamos a hacer ninguna declaración a los medios. Son normas que nos ha dictado la autoridad superior. La hermandad dará unas explicaciones en la televisión del pueblo".
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