Según ha informado Ecologistas en un comunicado, al parecer el cura dispara por la noche contra estas aves acompañado por menores de edad, con el objetivo de eliminar su exceso en los alrededores, para lo que hay métodos "más incruentos y homologados por las administraciones responsables", según recuerda la organización ecologista.
Las escopetas de perdigones son denominadas, a efectos del reglamento de armas, "carabinas de aire comprimido" con las que sólo se permite el tiro de precisión en diana y en los espacios habilitados al efecto para tirar con carabina, en las galerías de tiro o en recintos privados acotados, seguros y apartados del público. "No está permitido el tiro a nada o sobre nada que no sea un blanco tipo diana, lo que implica que no se puede disparar a pájaros ni a cualquier otro tipo de animales", señalan.
Además se necesita tener tarjeta de armas para su uso, de lo que carecerán los menores que acompañan al párroco en esta actividad. "Estos disparos en la noche y dentro de la población son un peligro serio para los habitantes del municipio que se ven expuestos a perdigonazos que pueden afectar gravemente a su integridad física", advierten los ecologistas, que por ello han solicitado al Seprona que intervenga para que esta situación no se vuelva a repetir "por el bien de todos".
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