El desmantelamiento definitivo de la planta llevará al menos 20 años
El Gobierno de Japón ha confirmado que procederá con la evacuación de las áreas que se encuentran en un radio de entre 20 y 30 kilómetros de la central nuclear Fukushima-1, accidentada el pasado 11 de marzo tras el terremoto y el posterior tsunami que asoló la costa noreste nipona.
Una 'hoja de ruta' difundida ayer miércoles propone emprender el desalojo de dicha área a finales de agosto o comienzos de septiembre, habida cuenta de que la situación de la central ha mejorado, en palabras del Ejecutivo japonés.
En la actualidad, a los residentes de esa zona se les aconseja que permanezcan dentro de sus hogares y que estén preparados para efectuar una evacuación de emergencia.
El Gobierno nipón iniciará las negociaciones con las autoridades locales a finales de esta semana y les propondrá preparar los planes de reconstrucción, lo que incluirá la reapertura de los hospitales y otros servicios públicos, así como la descontaminación de los centros educativos.
No obstante, ante las últimas informaciones que apuntaban que el nivel de radiación en la planta de Fukushima-1 ha alcanzado su máximo desde el 11 de marzo, el gabinete liderado por el primer ministro, Naoto Kan, se ha comprometido a apoyar a los gobiernos locales en la labor de retorno de los residentes a sus hogares.
Primera sesión de expertos
Los debates para el desmantelamiento de la central de Fukushima-1 han empezado este jueves en el seno de un grupo de expertos, que constituido por la Comisión de Energía Atómica nipona, y que prevé que para enero del próximo año los reactores de la planta se desactiven de forma definitiva.
En la primera sesión, el presidente de la Comisión, Shunsuke Kondo, ha emplazado a los miembros a llevar a cabo los esfuerzos necesarios a medio y largo plazo para clausurar la central nuclear.
Este grupo de expertos definirá un 'tempo' para el desmantelamiento de la planta de Fukushima-1 tomando como referencia el utilizado en la central estadounidense de Three Mile Island en 1979. El principal objetivo, según ha informado la cadena japonesa NHK, es extraer las barras de combustible fundidas. Sin embargo, se desconoce dónde y en qué condiciones se encuentran dichas barras en los tres reactores.
El profesor de la Universidad de Kioto, Hajimu Yamana, que encabeza el grupo de expertos, ha explicado que todavía queda un largo tiempo de preparación para proceder con la extracción de las barras derretidas, ya que, en el caso de Fukushima-1, los reactores están más dañados que los de la central de Three Mile Island. Como consecuencia, Yamana ha subrayado que dicho proceso podría llevar 20 años.