España ha aceptado el modelo de las comunidades como el único correcto, cuando debería abrirse el debate sobre el estado federal o el modelo centralista. Y es así porque España camina hacia el federalismo encubierto y el modelo que teóricamente está vigente decepciona. Los ciudadanos no tienen los mismos derechos según donde vivan. Estas diferencias son aceptables en función de los gobiernos locales, verderamente autónomos y olvidados financieramente por el Estado . Sin embargo, sobre las CCAA están recayendo competencias que afectan a derechos fundamentales de los ciudadanos, como la educación, la sanidad o la vivienda. En estas materias no debería existir diferencias entre un vasco, un murciano y un andaluz, pero las hay. Con este nuevo modelo propuesto por Solbes, estas diferencias se agravarán todavía más.
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