Francia, Bélgica, Alemania, Holanda e Irlanda han sufrido hasta ahora las mayores complicaciones por la nieve, que ha obligado a cerrar algunos aeropuertos y a cancelar cientos de vuelos, mientras las lluvias mantienen en estado de alerta el norte de Italia.
La mitad de los vuelos previstos en el principal aeropuerto de Francia, el de Roissy-Charles de Gaulle, tuvo que ser anulada por la mañana, y alrededor de un tercio por la tarde, fundamentalmente a causa de los problemas de aprovisionamiento de anticongelante.
Un portavoz de Aviación Civil dijo a Efe que el problema esencial es la falta de líquido anticongelante para los aviones, que no llega al aeródromo por los problemas de tráfico que sufren los camiones.
En Orly, el otro aeropuerto de París, se mantuvo el programa previsto, aunque con retrasos, como los que sufrieron también los servicios ferroviarios, en especial en el este y sureste del país.
La circulación en las carreteras es complicada en diversos departamentos, 21 de los cuales continuaban en alerta por nieve.
Bélgica recuperó por la tarde el tráfico en el aeropuerto internacional de Bruselas, cuyas pistas estuvieron cerradas durante muchas horas, dejando en tierra a más de 2.000 pasajeros, muchos de los cuales pasaron la noche en la terminal.
Las operaciones se efectuaron todavía con muchas limitaciones, lo que siguió causando anulaciones y retrasos.
Según informan los medios locales, los hoteles que rodean el aeropuerto están llenos y por ello la Cruz Roja está instalando camas plegables para acoger a los pasajeros en las terminales.
Los responsables aeroportuarios confían en que la situación mejore a lo largo del fin de semana, durante el que no se esperan nuevas nevadas.
En la red viaria se registraron más de 500 kilómetros de atascos, con varias carreteras cortadas y sin camiones, a los que se ha prohibido circular en muchas zonas. Los trenes operaron, pero con numerosos retrasos y
cancelaciones.
El aeropuerto de Düsseldorf, el tercero de Alemania en cuanto a tráfico aéreo, quedó cerrado hasta las 11.00 GMT, para restablecerse sólo parcialmente cuando se acumulaban ya casi un centenar de anulaciones entre los 335 vuelos previstos para este viernes.
En el vecino aeropuerto de Weeze, asimismo en el estado de Renania del Norte-Westfalia, la compañía de bajo coste Ryanair optó por la tarde por anular todos sus trayectos, entre ellos los destinados a Madrid, Milán y Estocolmo.
En Fráncfort, el de mayor tráfico aéreo de la Europa continental, se produjeron cancelaciones aisladas, en general de vuelos con destino a París, mientras los retrasos de una o dos horas eran la tónica general en otros aeropuertos, incluido Berlín.
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