Estado de emergencia tras un seísmo de 7,2 grados
El Gobierno de Nueva Zelanda declaró ayer el estado de emergencia e impuso el toque de queda en la ciudad de Christchurch tras un seísmo de 7,2 grados en la escala abierta de Richter, que causó decenas de heridos e importantes daños en infraestructuras públicas y edificios en el sur del país.