Las otras dos intervenciones fueron aperturas de puerta con peligro
Los bomberos tuvieron una jornada complicada de domingo, pues tuvieron que acudir a sofocar cuatro incendios así como otras dos actuaciones más.
El primero de ellos fue un incendio en una vivienda que se extendió hasta la cuarta planta, pero a pesar de que acudieron cinco profesionales asociados al Consorcio Provincial de Bomberos, no tuvieron que intervenir. Los hechos se sucedieron en Palma Canaria, 30 y la intervención sólo duró unos veinte minutos, utilizando una autobomba rural ligera y dos autobombas rurales pesadas.
El segundo de ellos fue un fuego en un vehículo, concretamente en una moto, en la calle Rosa, número 6. Al lugar de los hechos acudieron otros cinco bomberos y dicha salida se extendió desde las 20.39 hasta las 20.57 horas, trasladándose con una autobomba urbana pesada y una bomba de penetración urbana.
El tercero de los incendios fue eléctrico, ocasionado en un transformador, en la avenida de Sanlúcar. La intervención duró desde las 20.42 a las 20.57 horas.
Y el cuarto fue un incendio que afectó a vegetación y pasto en la calle Palmera. Ocurrió de madrugada, a las 3.33 horas, alargándose la intervención de los bomberos hasta las 3.59 horas. Fueron tres los bomberos que fueron llamados a acudir con una automboba rural ligera.
Las otras dos intervenciones que provocaron que los bomberos tuvieran que acudir fueron dos aperturas de vivienda con peligro, una en la calle del Quiebro y ora en Amparo Osborne Vázquez.
La primera de ellas sí requirió la intervención de tres bomberos, acompañados de una autobomba urbana pesada y la segunda en cambio no. Las dos se produjeron a horas similares, entre las 1.42 y las 1.50 la primera y entre las 1.55 y las 2.00 horas la segunda.
Las incidencias del fin de semana se concentraron en la jornada del pasado domingo, pues el sábado en cambio no hubo llamadas de emergencia para los bomberos, por lo menos no que fueran de importancia y se recojan en el registro del servicio de los bomberos. A pesar de todo, son muchos los sustos que en esta época veraniega se producen en zonas con pastos o matorrales, sobre todo si no están bien podados, ya que son espacios propensos a correr el riesgo de incendiarse.