Con 235 votos a favor y 194 en contra la Cámara aprobó una medida similar a la que horas antes había votado el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado para acabar con la ley Don’t ask, Don’t tell (no preguntes, no digas), que sólo permite a los homosexuales servir en el Ejército si mantienen su orientación sexual en secreto.
Este es sólo un paso más en la derogación de esta ley que todavía tiene que pasar al pleno del Senado, que tiene previsto votar la medida el próximo mes.
Tanto en la Cámara como en el Senado la medida formará parte de un proyecto de ley sobre gastos de defensa.
La iniciativa supedita ese cambio a que el Ejecutivo y el Pentágono certifiquen primero que esa decisión no afectará las capacidades de defensa de EEUU.
El Pentágono tiene que entregar un análisis sobre la aplicación de la que sería la nueva política para el próximo 1 de diciembre.
El secretario de Defensa, Robert Gates, ha dado su apoyo a esta medida aunque han destacado la importancia del informe que evaluará las implicaciones de esta posible decisión después de 17 años de vigencia de la ley.
13.500 JÓVENES VETADOS
El congresista demócrata Patrik Murphy, que patrocina esta enmienda en la Cámara preguntó a los congresistas por qué se veta a 13.500 jóvenes que están dispuestos a dar su vida por la patria, sólo por su condición sexual.
Ésta es la cifra de soldados que se calcula que han sido expulsados del Ejército por ese motivo desde que se puso la ley en marcha en 1993 por el Gobierno del entonces presidente, Bill Clinton.
La mayoría de los demócratas votó a favor, aunque 26 se desmarcaron del voto de sus colegas y lo hicieron en contra, mientras cinco republicanos votaron a favor. La ley fue concebida como “término medio” entre la propuesta de Clinton de levantar la prohibición de servir a los homosexuales en el Ejército y quienes lo consideraban contraproducente.
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