El macrojuicio a José Villarejo y otra treintena de acusados por tres encargos de espionaje se retoma esta semana para permitir a las defensas exponer sus conclusiones definitivas, a excepción de la del excomisario, que tras sufrir un "accidente cerebro vascular" podrá esperar a septiembre.
Debido a este nuevo problema de salud, que le ha afectado fundamentalmente a un ojo -como ya le sucedió estando en prisión preventiva-, Villarejo pidió al tribunal que le está juzgando en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) que suspendiera estas sesiones previstas para los días 11, 12, 13 y 14 de julio y las pospusiera a septiembre.
La decisión ha sido finalmente salomónica: el juicio sigue adelante los días señalados en julio para la exposición de las conclusiones definitivas de las defensas, si bien se permite a la de Villarejo aplazar su turno a septiembre "si su salud así lo permitiera". Un vez haya intervenido, la Fiscalía podrá ya emitir su informe final.
Por tanto, las defensas del resto de acusados -en torno a una treintena- tomarán la palabra a partir de este lunes. Lo harán después de que hace unas semanas la Fiscalía Anticorrupción rebajase notablemente su petición de condena para la mayoría al anunciar sus conclusiones definitivas.
A Villarejo, por ejemplo, le redujo de 109 años de cárcel a unos 83, pero la rebaja fue aún más evidente en acusados como su mujer, Gemma Alcalá (de más de 80 a 5) por considerarla cooperadora de dos delitos de cohecho atribuidos a su marido; y su hijo, José Manuel Villarejo Gil, de 14 a un año de prisión por extorsión en grado de conspiración.
Los cambios en la acusación del fiscal llegaron a todos los acusados y supusieron también la retirada de la acusación para uno de los policías que se sentaban en el banquillo y un funcionario de Hacienda jubilado ante la falta de indicios suficientes contra ellos.
Previamente, otro de los principales acusados, el comisario Enrique García Castaño, considerado socio de Villarejo en sus presuntos negocios ilícitos, quedó fuera del juicio tras haber sufrido un ictus y del que aún se desconoce cómo será su recuperación, por lo que habrá que esperar al menos 6 meses, según el médico forense que le examinó, para determinar si se le saca o no por completo del caso Tándem.
Tras las cuatro sesiones programadas esta semana, el juicio volverá en septiembre, mes en el que el tribunal escuchará las conclusiones definitivas de la defensa de Villarejo, en la que él mismo ejerce como codefensor junto al letrado Antonio José García Cabrera.
Después volverán a tomar la palabra los fiscales, Miguel Serrano y César Rivas, que expondrán con mayor detalle los ejes principales de su acusación contra Villarejo, a quien piden condenar por abusar de su condición de funcionario policial para lucrarse con negocios privados, y el resto de acusados.
Este procedimiento, por el que Villarejo pasó en prisión preventiva más de tres años, engloba tres de la treintena de proyectos que se le atribuyen: Iron -un presunto espionaje de un despacho de abogados a otro de la competencia-, Land -en torno a la disputa familiar entre las herederas de la urbanización de lujo La Finca-, y Pintor -por otro espionaje que habrían encargado unos empresarios, entre ellos Juan Muñoz, marido de Ana Rosa Quintana-.
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