En una calle sin ventanas

Una gran oportunidad

Esa es la sensación que me quedó el pasado martes tras oír a la Dra. en Espacio Público y Regeneración Urbana Danae Esparza en su conferencia...

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Esa es la sensación que me quedó el pasado martes tras oír a la Dra. en Espacio Público y Regeneración Urbana Danae Esparza en su conferencia en el Colegio de Arquitectos sobre la importancia de los pavimentos. La charla, organizada por” Iniciativas, Andamios para las Ideas”, nos puso a través de una voz especializada frente a una gran urbe como es Barcelona; y lo que fue más interesante, encontrarnos con la simplicidad con la que una de las grandes ciudades europeas ha resuelto sus pavimentos convirtiéndolos en un elemento principal de su identidad.

Frente a ello la complejidad de la ocurrencia que en Jaén se adueña del espacio público; la enorme diversidad y la falta de homogeneidad en el tratamiento de estos espacios que impide identificar zonas y barrios. La continuidad de hormigones y asfaltos que acaba con el código de percepción personal que impide al peatón sentirse seguro; y por supuesto, la anarquía a la que contribuye esta realidad distorsionando completamente la apreciación de los monumentos y el urbanismo jiennense.

Pero encuentro algo positivo, pese a todo. Una sala abarrotada como en Jaén no es sencillo conseguir y con presencia de numerosos colectivos, profesionales e incluso algunos representantes políticos. De los futuribles alcaldes solo Julio Millán y ausencia poco sorprendente de miembros del gobierno local. Un llamamiento a la participación ciudadana, al “paso de la protesta a la propuesta” y a la necesidad de que un mediador, como se ofrece desde hace tiempo, el Colegio de Arquitectos, sirva de referente para dirigir el proceso que parece iniciarse poco a poco. Pese a la negativa de este Ayuntamiento a escuchar a los diferentes profesionales y voces autorizadas en el diseño de la ciudad y el urbanismo.
Un aviso importante a los vecinos: hay que consultarles, pero al final del proceso, con propuestas ya definidas de cara a perfilar detalles que solo el conocimiento profundo de la realidad puede sumar y corregir. Justo al revés de cómo se actúa en Jaén. Solo así se puede evitar el error del urbanismo de patio de casa en la que el político de turno, con la coartada vecinal en la mano, determine y decida sobre algo tan colectivo y valioso, de espaldas y en contra de cualquier criterio urbanístico.

Se comienzan a abrir claros en este Jaén, la fuerza de la sociedad civil está creando un poso que por más que algunos quieran no se puede seguir ignorando. Esta ciudad quiere sentirse orgullosa de sí misma y eso solo es posible haciéndola entre todos. No hay cerrazón que lo pueda impedir por mucho más tiempo.

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