En una calle sin ventanas

Adelantando un fracaso

Así podríamos resumir el final de un desastre y el inicio de un error que obliga a Susana Díaz a convocar ya las elecciones en Andalucía antes de que...

Publicado: 10/10/2018 ·
23:26
· Actualizado: 10/10/2018 · 23:28
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Autor

Luis Morales Quesada

Luis Morales Quesada, autor de este blog, es experto en Gestión y Conservación del Patrimonio

En una calle sin ventanas

Una reflexión sobre la importancia de conservar y poner el valor el conjunto histórico de Jaén y muchas cosas más…

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Así podríamos resumir el final de un desastre y el inicio de un error que obliga a Susana Díaz a convocar ya las elecciones en Andalucía antes de que el disgusto electoral sea aún mayor. Ya nos puede vender un nuevo adelanto como una cuestión de necesidad política y que lo hace para hablar de Andalucía, que aquí nadie olvida que la presidenta lleva toda la legislatura con un ojo, y a ratos hasta un pie, en Madrid buscando el salto. Sus aspiraciones personales, frustradas por la militancia del PSOE, han sido el síntoma de la decadencia de un proyecto incapaz de ofrecer a Andalucía nada más allá de lo bueno conocido de 40 años de gobierno ininterrumpido, ganasen o perdiesen las elecciones, eso siempre ha sido secundario a la hora de seguir gobernando. Los amagos para disolver el Parlamento andaluz a lo largo de más de un mes evidencian el tacticismo con el que se ha planteado esta nueva cita. La que surge del miedo a que un previsible fracaso de legislatura en el gobierno de la Nación obligue a Pedro Sánchez a traicionarse en su gran mentira, y convocar las elecciones que le prometió a España y se resiste a celebrar. Ya puede Díaz culpar a Rivera, que es ella quien ha vuelto a decidir que los andaluces deben votar antes; cuando mejor le salgan las cuentas o los plazos para escurrir la sentencia del escándalo de corrupción más grande de la historia de nuestro país. Todo sea por evitar responsabilizarse políticamente de ese fallo judicial. Centrándonos en Jaén, la ausencia de Susana Díaz a lo largo de la legislatura ha sido palpable y tema de conversación en corrillos y mentideros. Esta se recordará como la tercera legislatura de un tranvía parado, un Museo Íbero abierto a medio gas hasta 2021, por lo pronto; un Santo Domingo que sigue cerrado y la confirmación de que ni Marroquíes Bajos, ni las autovías sin terminar ni las ciudades de la Justicia o Sanitaria están en la agenda de prioridades de Sevilla. Y es que los adelantos no siempre resultan tempranos, y esta vez Susana Díaz va muy tarde. Otras distracciones han ocupado su agenda y preocupaciones políticas y a estas alturas, a la hora de hacer balance, acaba de comprobar que Andalucía ha cambiado sin ella. El conservadurismo de cuarenta años de gobiernos del PSOE da síntomas de cansancio y poco a poco, con la fuerza de la juventud, se abre paso el progresismo que tanto necesita esta comunidad, el del necesario cambio.

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