Ahora que todo son fotos y bellas palabras, ahora que se hace como si nada hubiera ocurrido y mientras la gran mayoría de ciudadanos pasea cómodamente por la reabierta Carrera de Jesús y se felicita de su resultado, ahora toca pedir responsabilidades. Porque si bien todos nos felicitamos de la mejora más que evidente que ha supuesto la reforma de la Carrera de Jesús, nadie debe olvidar que, por más fotos, paseos y autocomplacencias que se dedique el equipo de gobierno local, hasta hace unos meses pretendió hormigonar esta monumental calle. Y lo planificó ocultando su reforma bajo un proyecto de mejora de canalizaciones. Llegando a ocultar el proyecto de intervención en plena polémica, y que solo la denuncia de diversos colectivos vecinales y patrimoniales puso al descubierto el perverso plan. Incluso el Ayuntamiento defendió en foros diversos que el asfalto era un material “digno”. Me ahorro las ridiculizaciones que dedicaron a quienes defendían lo contrario. Rectificar es de sabios, y aunque obligados por la Junta y estos presionados por la sociedad, finalmente han tirado todos de su enorme sabiduría. Y una vez descartados los asfaltados de otras calles del Conjunto Histórico, y puestos de acuerdo en que este tipo de intervenciones son el mínimo aceptable que se merece nuestro Jaén. ¿Ahora quién se responsabiliza de lo destrozado? ¿Quién dimite por haber machacado el acceso al CH por Fernando IV? ¿Quién recupera su empedrado? ¿Quién asume sus culpas en el destrozo de la calle Uribe? ¿Quién pide perdón por lo de la calle Camarín? ¿Y por Molino de la Condesa? ¿Y por el tramo "cutre" de Almendros Aguilar? ¿Y por haber asfaltado el eje Martínez Molina – La Magdalena en el anterior mandato del PSOE? ¿Y los romanos qué opinan de este cambio de criterio? Ahora ya sabemos que el adoquín no es un rompe-tobillos y que no había que haber cedido al chantaje de “asfaltos o baches”; que algunas asociaciones vecinales no estuvieron a la altura de sus responsabilidades cuando acabaron sirviendo de coartada a una mala gestión. Cada uno es preso de cuanto ha dicho, hecho, justificado y defendido. Pasemos página, miremos adelante, admitamos este error y aprendamos de él. Ya saben nuestros políticos lo que quieren los jiennenses y lo que no están dispuestos a admitir. Y ya si eso para tiempos de campaña que desempolven la promesa recurrente de hacer más participativa la gestión urbanística de Jaén. ¿Pero quién está dispuesto a comprometerse a vetar los materiales indignos en el Conjunto Histórico? Ya toca fijar criterios y claros.
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