La sustituta en la portavocía popular del Congreso de Cayetana Álvarez de Toledo -que va por libre en YouTube y está excluida del cupo de los 44 diputados populares que pueden acudir al pleno- es Cuca Gamarra. Cuca ha acusado al presidente del Gobierno de cobardía por tener convocado un Consejo Europeo y no ir al Congreso a responder una dramática pregunta de Pablo Casado que cambiaría el curso de nuestra historia. La pregunta al presidente era la que esperaba la gente de la calle: ¿EstaÌ protegiendo el futuro de los españoles?
El COVID-19 está en todas partes. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel informó que uno de sus oficiales de seguridad había sido alcanzado por el virus y que él se sometía a cuarentena. El Consejo se aplazó para primeros de octubre. ¿Se iba a enfrentar entonces el presidente a la pregunta del millón? Afortunadamente no. Ya tenía prevista cita en Bruselas con la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen. y con la OTAN. Estaba cantado que la tregua de Madrid se iba a romper por quién no salió en la foto del acuerdo. La tentación de echar en cara al gobierno la pandemia, el paro y las pensiones es irrefrenable. El PP ha presentado una queja y acusa al presidente de dar la espantada ante el terror del parlamentarismo moderno, Pablo Casado. Harvard de Aravaca da para mucho.
En lugar del rifirrafe habitual -desmotivador, inmoral, irritante, irresponsable e incomprensible para la gran mayoría de la población- el gobierno y la oposición podían estar trabajando conjuntamente contra la pandemia y la crisis económica y social. Nadie es sólo poder o sólo oposición. El PSOE gobierna la Nación y varias comunidades pero el PP gobierna Andalucía, Galicia o Castilla-León. Si no hay presupuestos generales, no los hay para nadie. Si fallaran los fondos europeos, las comunidades gobernadas por el PP tampoco los tendrían. La pelea puramente nominalista y vacía que se da en el parlamento produce hastío y cada vez más irritación. La educación -incumplimiento de la ratio de alumnos-, la sanidad -centros de salud colapsados-, las mortales residencias de mayores, la asfixiante precariedad laboral, los ertes, el avance de los narcos, etc. son los temas que deberían preocupar y ocupar a sus señorías. El mundo visto al revés.
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