Esa es la fecha finalmente escogida por Susana Díaz para que voten los andaluces –los que quieran votar – en las próximas elecciones. En las últimas del 22 de marzo de 2015 se abstuvo algo más del 37% del censo electoral. Demasiado, pero los que no votan suelen ser los que más se quejan del funcionamiento de las cosas y despotrican con más vehemencia de la situación y de los políticos que les representan, aunque no los voten ellos.
Desde 1982 hasta la fecha presente los andaluces han elegido su parlamento en diez ocasiones. En todas ha ganado el PSOE. Andalucía estrenó autonomía en 1982. Desde la llamada Constitución Federal de Antequera de 1883 al fusilamiento de Blas Infante habían pasado 53 años y casi otros 50 hasta la elección del primer Parlamento de Andalucía. Un siglo de escalada autonómica. En las primeras elecciones del 82 la derecha – o si se quiere el centroderecha- se presentó con dos opciones, Alianza Popular y UCD, con Hernández Mancha y Luis Merino. El PCE con Felipe Alcaraz, el PSA con Luis Uruñuela y el PSOE con Rafael Escuredo. Ahora el Parlamento parece cosa de cuatro partidos, no de cinco tras la unificación electoral de Izquierda Unida con Podemos y la enorme dificultad de los andalucistas para lograr escaños. Nuevamente habrá dos partidos de la derecha o centro-derecha -Ciudadanos y Partido Popular- y dos de la izquierda.
Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social del Gobierno de España, despachó todo ese largo periodo de gobierno hace algún tiempo con una frase: “30 años de escándalos, corrupción y fraude”. Ése es el resumen que sigue haciendo el PP de la autonomía andaluza aún hoy. Es el mensaje que envía Moreno Bonilla comenzando la campaña en las puertas del antiguo bar de copas y alterne Don Ángelo para atacar eso tan absolutamente rechazable y repugnante como que se emplee dinero público –se reponga después o no – en comprar sexo, mujeres y alcohol y además con cargo a los contribuyentes. Sobre un tema similar han girado las condenas de las tarjetas black de CajaMadrid/Bankia.
Susana Díaz tiene todas las bazas para ser la ganadora de este envite electoral. Todas las encuestas lo predicen. Pero las urnas están todavía por poner y el pueblo andaluz vota libremente. Por cierto, no se necesita una Orden de la Merced para redimir andaluces cautivos.
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