Que la ministra de Justicia no dimita. Ahora resulta que una conversación privada en un almuerzo entre profesionales de la policía y la justicia, como Garzón, celebrando una medalla hace nueve años, y en la que se produce una grabación es motivo de dimisión. Hay en las grabaciones expresiones rechazables, de mal gusto, políticamente incorrectas pero no hay ninguna ilegalidad en ellas. Lo que sí ha existido es una maraña de explicaciones contradictorias.
Las declaraciones cazadas también por los mismos de Corinna zu Sayn-Wittgenstein y que contaban las andanzas por el mundo de los negocios oscuros del anterior jefe del Estado fueron terminantemente rechazadas por los mismos que quieren empalar a la ministra de Justicia. En aquellas se hablaban de comisiones ilegales, de evasión de capitales, de uso de los bienes públicos para fines privados y fueron absueltas en el Congreso y en la prensa por los que exigen una afilada cuchilla de guillotina sobre el cuello de la ministra Lola Delgado. Entonces era un “chantaje al Estado”. “Quieren chantajear al Estado –dijeron desde el Centro Nacional de Inteligencia- y no vamos a permitirlo” y lo achacaban a un posible desalmado y ahora es una contribución al Estado por parte del mismo presunto malnacido. Villarejo ya dijo: “Cospedal me llamó por su pelea a muerte con la ‘pequeñita”, en la guerra interna del PP, por el control del gobierno y por la actuación en Cataluña de Soraya. Ignacio González también intervino: "Villarejo me dice que es amigo del marido de Cospedal desde hace 30 años y que ayuda a María Dolores". ¿Se investiga todo o se hace una cacería selectiva por espurios intereses políticos, porque gobiernan los socialistas? “Si no me sacan pronto, habrá novedades a finales de septiembre. Y la traca final… antes de Navidad” dice el filtrador.
Los mismos que daban ánimos a Bárcenas: “Luis, sé fuerte”, “Luis, nada es fácil, hacemos lo que podemos, ánimo”, después de saber que había puesto a buen recaudo en Suiza más de 40 millones de euros y apoyaron que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en esas escabrosas circunstancias se quedara en la Moncloa, se espantan ahora por una conversación feísima, pero ni delictiva, ni incitadora a la ilegalidad.
Las derechas quieren elecciones inmediatas por un motivo de fondo. Ni quieren que el gobierno se consolide ni consideran legítimo al gobierno. 180 votos lo respaldan. Que lean la Constitución, por favor.
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