En román paladino

Moreno y Marín

Tiene mucha razón Juanma Moreno cuando afirma que si no  consigue el objetivo  en ocho años no lo conseguirá en doce. Le honra esa sinceridad

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Moreno ha echado un rentoy. En sentido coloquial,  un verdadero desplante, un valeroso envite. A la opinión pública y a su partido.  Su compromiso de ganar la presidencia de la Junta  en ocho años se va acortando y ya  ha anunciado solemnemente  que  renunciará a seguir al frente del partido si en cuatro años no consigue  ser presidente de la Junta de Andalucía. El reto no es nada fácil. Con ocasión del 28 de febrero se publicarán nuevas encuestas de algunos medios de comunicación  que ratificarán o desmentirán las últimas proyecciones del CIS. Según la extrapolación para Andalucía el PP perdería seis diputados en las generales que irían para el PSOE y Ciudadanos. También  conoceremos  el del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral (Capdea) dependiente de la Universidad de Granada, que publicó su último respetado análisis hace un año.

Juanma Moreno -siguiendo la norma de su partido ahora- se lanzó contra Ciudadanos en el programa de Ondaluz, donde realizó las declaraciones. Dijo en Acento Andaluz que “nunca el socialismo andaluz ha tenido un socio más cómodo que Ciudadanos, ni cuando el PSOE gobernó con el PA ni cuando lo hizo con IU” y que “Ciudadanos tendrá que distanciarse del PSOE, al que ha prestado un apoyo sumiso en estos tres años”.  Comodidad y sumisión como críticas a Marín. No es un hombre de dureza y cuando lo pretende o lo ensaya  resulta un tanto impostado. Tanto como cuando recolecta aceitunas.

Juan Marín ha comenzado un distanciamiento estratégico del gobierno andaluz con varios signos: la reforma electoral, la  del consejo de la RTVA y determinadas políticas sectoriales. Incluso ha permitido la pérdida de algunas votaciones al gobierno andaluz. Su mayor batalla se saldó con éxito, rebajar sustancialmente el impuesto de sucesiones.  El paquete legislativo acordado espera aún una parte de su cumplimiento.  Su naciente oposición interna –fruto de las mayores expectativas electorales- lo ha obligado a un  alejamiento  del PSOE. Lo de ser llave de quien gane las elecciones no es una carta de presentación para una alternativa de gobierno creíble.

Tiene mucha razón Juanma Moreno cuando afirma que si no  consigue el objetivo  en ocho años no lo conseguirá en doce. Le honra esa sinceridad.  Por lo demás los andaluces estamos casi salvados: Moreno creará 600.000 empleos si gana.   Marín  al menos  contestó que  con gracia que él  crearía 600.001.  n

 

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