El Puerto

El Pleno prohíbe el uso de los collares de pinchos, ahorque y eléctricos para perros

El Pleno del Ayuntamiento aprueba una moción presentada por Unión Portuense

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  • Collar de perro. -

El día de ayer, el Pleno del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María dio un paso más en materia de protección animal, gracias a la moción suscrita y defendida por Javier Botella, portavoz de Unión Portuense. En dicha moción se solicitaba la prohibición, en nuestra ciudad, del uso de collares de castigo basados en el dolor, como son los collares de ahorque, de pinchos o eléctricos. La moción fue aprobada sin ningún voto en contra, contando con los votos a favor de todos los grupos de la oposición y la abstención del Gobierno.

Hay dos clases de collares, los diseñados para controlar al perro, sin causarle dolor. Son los collares tradicionales que dan la vuelta al cuello, pero que no modifican su diámetro una vez fijado, entre los que se encuentran los de tipo “halter” que sujetan al perro con un lazo que da la vuelta a la boca, y los arneses, en sus diferentes diseños. Y otros que, por el contrario, se basa en el dolor como elemento de contención, collares que funcionan provocando la asfixia del perro (nudo corredizo) o ejerciendo presión con puntas en el cuello, ya sean directamente acabadas en metal, protegidas con plástico o con otros materiales. También encontramos collares eléctricos o cualquiera de los considerados “de castigo” que son los que el Pleno aprobó prohibir. 

Desde Unión Portuense queremos recordar que en España está prohibido el uso de estos collares en ciudades como Barcelona, Madrid, o en ciudades andaluzas como El Ejido, donde gobierna el Partido Popular. A nivel mundial está prohibido su uso en Italia, Gales, Austria, Suiza, República Checa, Alemania, Nueva Zelanda y Australia, castigándose su uso con multas de gran cuantía, incluso penados por ley en algunos casos. Cuando hablamos de collares de castigo, y del daño que causan, hablamos de una gran cantidad de lesiones y enfermedades. Pueden causar o incrementar problemas físicos como problemas de visión, dificultades respiratorias, y puede influir negativamente sobre el metabolismo del perro, quistes dentro de la médula espinal, lesiones de espalda y conductas agresivas. 

Javier Botella, comenta al respecto: “Celebramos esta noticia en pro del bienestar y la protección de nuestras mascotas y agradece a las protectoras locales su ayuda e implicación a la hora de impulsar este tipo de propuestas. Aun así, queremos ser prudentes y recordar que este es un primer paso para su prohibición, ya que se deben tramitar los cambios que procedan en la actual ordenanza municipal sobre tenencia de animales de compañía, con la finalidad de adecuar la normativamente a la prohibición”.

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