José Manuel Castilla, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías Locales
Pasó la Cuaresma, una Cuaresma diferente en la que tan solo unas pocas de nuestras Hermandades pudieron celebrar sus cultos… nos llegó el “Domingo de Pasión”, y las tablas de nuestro Teatro Muñoz Seca no se vieron engalanadas para ser escenario del anuncio por antonomasia, del Pregón que había de anunciar la pronta cercanía de la Semana Santa en El Puerto… y nos aborda el “Viernes de Dolores”, puerta de nuestra Semana Mayor.
Nuestras Cofradías no recorrerán las calles de la ciudad, pero sí que habrá Estaciones de Penitencia, serán diferentes… sin olor a cera quemada, a inciensos elevados al cielo, sin bandas de música ni cornetas y tambores que rasguen el silencio acompañando el racheo de costaleros bajo las andas procesionales.
Jesús y María, bajo sus distintas advocaciones, quedarán en casa, como cada uno de nosotros, pero más que nunca estarán acompañándonos en nuestros hogares, dándonos fuerzas para vencer el desasosiego, el desánimo, la soledad… Cada cofrade cumplirá su penitencia, se llenará con la fuerza del Espíritu y resultará victorioso junto a Cristo en su Resurrección Gloriosa.
Celebraremos una Semana Santa que será nueva a nuestros sentidos, mas intima, mas personal, y aunque aislados no solos, porque en Cristo y María todos somos y seremos uno, comunidad de esperanza en un mundo mejor. Nuestras Hermandades están vivas los trescientos sesenta y cinco días de cada año, inmersas en un trabajo callado e ininterrumpido en favor de nuestros hermanos, volcadas en la solidaridad con el que menos tiene… muchos siglos de existencia las avalan y en los que han vivido de todo, con momentos buenos y no tan buenos, pero siempre donde tenían que estar, y no lo dudemos, seguirán estando.
Este año no habrá desfiles procesionales, pero cada cofrade sí que vivirá, y ofrecerá a El Puerto, su propia Estación de Penitencia.
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