La tribuna de El Puerto

Más que un club

La apertura del Cuvillo es una victoria moral ante la injusticia padecida y la sinrazón. El Racing, el de los portuenses, ha vuelto a renacer

Publicado: 24/01/2020 ·
10:44
· Actualizado: 24/01/2020 · 11:37
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  • José del Cuvillo -
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Viva El Puerto

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Hay símbolos que enorgullecen por lo que representan y por lo que identifican a los que sienten un amor especial por lo que fue y por lo que es. Sin más, el Racing Portuense está de enhorabuena al igual que la ciudad al recuperar el estadio José del Cuvillo, que volverá a abrir nuevamente sus puertas este domingo casi siete años después que se cerrara por orden judicial.

El convidado de piedra tras una cruenta historia de especulación urbanística, ha dado con un cierre y un ‘secuestro’ que casi se lleva primero al club y de paso a unas instalaciones que refleja fielmente el paso del tiempo.

Esos símbolos, iconos, de los que la ciudad está huérfanos, es con lo que la vuelta a la actividad del Cuvillo, renace ese espíritu combativo y romántico con los que una junta directiva ha hecho realidad esa utopía con la que arrancaba la resurrección de un club agónico perdido y olvidado entre citas judiciales.

La recuperación del estadio reabre otra ilusionante etapa para un club histórico que busca su sitio en la intención de volver a escribir más páginas de ese frondoso libro voluminoso como engloba el Racing y sus más de 90 años.

El Racing Portuense recupera parte de lo que ha ido perdiendo por el camino tras el mangoneo que lo ha llevado a esta situación, ese símbolo portuense que abandera la autenticidad de un Puerto que sigue en deuda con su club.

Su gentilicio y su auténtica bandera, la roja y blanca, es la que la entidad ondea cada domingo, haciendo de éste una reafirmación de lo portuense en su génesis más auténtica.

El fin de la odisea sufrida nos deja la esperanza de que lo mejor está por venir, que los nuevos vientos que soplan por Valdelagrana nos dejarán mejores recuerdos ante unas perspectivas mucho más halagüeñas. La apertura del Cuvillo es una victoria moral ante la injusticia padecida y la sinrazón. El Racing, el de los portuenses, ha vuelto a renacer. 

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