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Adiós David

A De la Encina no lo han querido ni algunos de sus concejales ni unos socios ni los otros y ha terminado por comprobar que tampoco lo han querido los portuenses

Publicado: 14/06/2019 ·
10:58
· Actualizado: 14/06/2019 · 10:59
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  • David de la Encina. -
Autor

José Antonio Vázquez

Periodista, analista político y especialista en comunicación institucional y corporativa. Secretario de la Asociación de la Prensa de Jerez

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Nada en la vida es seguro y menos aún en política, pero ha llegado el momento de decir adiós al hasta hoy alcalde de El Puerto, David de la Encina. Han pasado cuatro años y un día desde que cogiera el bastón de mando. Aquel día pudo más el ánimo de revancha y de odio que el de creerse apoyado por una mayoría para poder llevar a cabo las políticas en las que uno cree.

De la Encina llegó a la Alcaldía marcado por una pegatina en su pecho que le obligaron a ponerse quienes se olvidaron en casa la bandera del respeto y la tolerancia. De la Encina llegó a la Alcaldía gracias al apoyo de dos socios.

Al primero de ellos lo perdió al año y el segundo lo abandonó escasos días antes de las elecciones.

De la Encina llegó a la Alcaldía con un grupo de concejales de los que solo le queda la mitad. Cuatro años han pasado. Cuatro años y un día que ha dado más noticias de cambios de gobierno que de acciones de gobierno.

No es el momento ahora de entrar en si pidió cobrar sin ir a trabajar, ni en cómo ha dejado El Puerto, ni en todas las promesas incumplidas… Ni siquiera es momento de aplicar la misma revancha y el mismo odio que él y su gente sí que aplicaron hace cuatro años. Y es que, como se ha demostrado, con odio y con revancha no se gobierna una ciudad, ni salen las gestiones adelante ni se mejora la vida de los vecinos.

De la Encina es de los pocos candidatos socialistas que no ha ganado las elecciones y es algo que debe hacerse mirar, al igual que debería mirárselo la agrupación local socialista, la misma que cuenta con muchas personas para los que votar a David de la Encina ha sido un duro trago difícil de asimilar y que, por el bien de El Puerto, deberían de recuperar protagonismo.

El Puerto pasa página de estos años y lo peor es que de estos cuatro años no solo quedará un retrato del exalcalde, sino una herencia y un legado que ahora toca superar.

A De la Encina no lo han querido ni algunos de sus concejales, ni unos socios ni los otros y ha terminado por comprobar que tampoco lo han querido los portuenses. La vida da muchas vueltas y lo mismo David de la Encina se mantiene en la oposición estos cuatro años para volver a intentarlo en 2023 o puede que incluso logre alguna responsabilidad de Gobierno en la Diputación.

David de la Encina hizo todo lo posible para que a sus predecesores se les despidiera con odio y violencia verbal por parte de algunos mientras él mantenía su sonrisa de hiel. No deseo para De la Encina lo que él provocó contra populares y andalucistas.

No quiero que este sábado vea pasar el odio y el revanchismo por delante. Será la propia vida la que le aplacará los humos de superioridad que siempre ha tenido. Y si se quiere ir bien, tiene en el Pleno de este sábado una oportunidad de oro para pedir disculpas. Disculpas a quienes antes que él ocuparon el puesto de alcalde y contra los que dijo e hizo casi de todo.

Disculpas a tantos colectivos y ciudadanos que usó para su fin personal sin que luego haya cumplido ninguna de sus promesas. Disculpas a tantos hombres y mujeres honrados y trabajadores a los que intentaste y has intentado mancillar estos años sin haberlo conseguido. 

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