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Resucitar a Franco y buscar el enfrentamiento con la Iglesia. Con la Iglesia Católica claro, porque en absoluto la izquierda busca arrinconar la religión

Publicado: 21/09/2018 ·
09:05
· Actualizado: 21/09/2018 · 09:06
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Autor

José Antonio Vázquez

Periodista, analista político y especialista en comunicación institucional y corporativa. Secretario de la Asociación de la Prensa de Jerez

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Resucitar a Franco y buscar el enfrentamiento con la Iglesia. Con la Iglesia Católica claro, porque en absoluto la izquierda busca arrinconar la religión ni a las religiones, sino de forma exclusiva a la Católica.
Y de nuevo la izquierda en el poder y vuelven las políticas de gestos ideológicos más centrados en distraer la opinión pública con un debate artificial para, mientras, aprobar decretos con medidas que ellos mismos esconden.
Esta vez no le ha tocado al acuerdo con la Santa Sede.

En esta ocasión, además del ataque a la educación concertada como síntoma de complejo de inferioridad con la gestión que la Iglesia hace de la educación, el Gobierno ha dado un paso más avanzando una nueva desamortización al estilo de la que Mendizábal puso en marcha en España.

El Gobierno pretende ahora que gran parte de los bienes de la Iglesia (la Católica porque del resto ni mu) pasen a ser propiedad del Estado en un proceso de inmatriculación plagado de incongruencias y sinsentidos. En realidad como gran parte de la acción de Gobierno, pero en este caso con unos argumentos difícilmente entendibles por mentes normales.

Pretender que bienes como la Catedral, una Basílica, la Mezquita de Córdoba o muchas iglesias sean ahora del Estado en vez de ser de la Iglesia, ¿qué sentido tiene? ¿Acaso aspira un Gobierno laico en un estado aconfesional gestionar una catedral? ¿Cómo quieren convencer a los ciudadanos que una iglesia no es propiedad de la Iglesia?

Al Gobierno le falta decir que las catedrales en realidad nunca fueron iglesias sino que fueron sedes sindicales o ateneos feministas hasta que llegaron unos obispos y curas violentos que las asaltaron para culto propio.
La única razón que me cabe pensar es que el Gobierno quiera, en realidad, no revertir la propiedad de determinados inmuebles de la Iglesia Católica (porque del resto ni mu) sino gestionar aquellos emblemas religiosos que, por su atractivo, conllevan un importante beneficio económico basado del turismo que atraen. Si ése es el objetivo, díganlo, sean valientes. De lo contrario, humo, humito, humo.
 

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