Se va acabando el mandato de cuatro años para el equipo de gobierno y se están haciendo anuncios de presentación de resultados. Contra todo pronóstico, PSOE e IU han aguantado en minoría al frente del Consistorio. El último anuncio de importancia es la aprobación inicial (otra vez) del Plan Especial de Casco Histórico. Parece que desde el punto de vista del gobierno municipal fuera un logro la aprobación inicial del PECH y Entorno, pero en realidad es un estruendoso fracaso que a estas alturas del mandato hayamos tenido que volver a donde estábamos en 2.010.
La aprobación inicial, otra vez, es como repetir curso. Los criterios están claros y consensuados con la Delegación de Cultura de Cádiz porque ya dio informe sobre nuestro plan especial de casco histórico, pero queda todo el camino burocrático de aprobaciones por unas administraciones y otras.
El anuncio de la aprobación inicial llevó al portavoz del Pp, Germán Beardo a llamarme para interesarse de por qué no había quedado aprobado el Plan Especial en el mandato anterior, y no pudo disimular su estupor y su risa cuando escuchó como Millán Alegre convenció a Alfonso Candón de que había que ceder ante la petición urbanística de la bodega que financiaba la portada de la feria aunque ello supusiera que hubiera que rehacer fichas, memoria, números globales y en definitiva, devolver al equipo redactor del Plan Especial el documento, frustrando con ello su aprobación definitiva. Beardo no podía parar de reír, mientras yo pensaba, ¿y éste de qué se ríe, porque yo no le veo la gracia?
Todas las luces de esa portada de feria que según Candón iban a “abrir el telediario de Antena Tres” son las que le faltaron a él para entender la importancia de la desastrosa decisión que estaba tomando. Cuatro años más tarde, como en el juego de la Oca, hemos vuelto a la casilla de salida.
El centro de nuestra ciudad necesita un empujón, eso está claro, las últimas noticias del cierre de locales importantes señalan que el centro cada vez parece menos atractivo para invertir en ocio y comercio. Si no se para la sangría el centro va a quedar para oficinas municipales y bancos.
Las llegadas y salidas a la Concejalía de Urbanismo tampoco ayuda en el camino de parir el Plan Especial. Si Medioambiente es La Parrilla de Concejales, Urbanismo es como dice mi amigo Paco,
El Aeropuerto, porque todos los concejales, al iniciar las reuniones se disculpan con un tímido “yo es que acabo de aterrizar”.
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