Educar para el futuro

Creérselo todo

Ese lumbrera olvida que en el entorno educativo, comunicacional y económico del supuesto ignorante lo falso puede maquillarse y si no se contrasta

Publicado: 25/05/2018 ·
10:24
· Actualizado: 25/05/2018 · 10:33
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Autor

Antonio Monclova

Antonio Monclova es biólogo, doctor en prehistoria y paleontología, master en arqueología y patrimonio

Educar para el futuro

Análisis, crítica y reflexión sobre las necesidades pedagógicas de la sociedad para difundir el conocimiento y la cultura

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Hay quien dice que es imposible creerse algo sabiendo que es falso y lo razona con el argumento simplista de que “si algo es falso lógicamente no es cierto, por lo que solo lo cree el ignorante que niega la realidad y se convence de algo que sabe que es mentira”.

Ese lumbrera olvida que en el entorno educativo, comunicacional y económico del supuesto ignorante lo falso puede maquillarse y si no se contrasta se toma por auténtico. Me centraré en cuatro casos cotidianos que he oído en la radio a principios de esta semana.

Primer caso, absurdo. La noticia de que en el portal del centro que administra el patrimonio arqueológico de la isla de La Palma depositaron una vieja caja de cartón con restos de cerámica de la antigua cultura Guanche, pertenecientes a un periodo de casi dos mil años.

Preguntado por el periodista, el director del centro indicó que “creía” que esos restos son una prueba de que en la isla existe un lugar (aún por encontrar) que fue poblado durante todo ese tiempo. El periodista asume tal invención y entusiasmado la repite a los oyentes.

Lo más lógico es que los restos se expoliasen en sitios diferentes, pero algo tan sencillo no sería noticiable. Segundo caso, ilógico.

La noticia de que las jugadoras del Atlético de Madrid ganan la liga femenina y les dan 54 euros de prima. Al oírlo una feminista dijo “creer” que eso es una prueba de cómo se margina al deporte femenino. Lo cierto es que al fútbol masculino lo siguen millones de personas y mueve miles de millones, mientras que el femenino tiene una demanda y beneficios bastante escasos, por ello las primas también lo son. No es por marginación.

Tercer caso, increíble. Basándose en supuestos informes, una representante del colectivo de mujeres con cargos relevantes en empresas españolas, dijo en una entrevista que “cree” que si aumentase el número de mujeres en dichos cargos, los resultados de las empresas subirían hasta un 15 % y el PIB aumentaría el 8 %.

El periodista solo atinó a decir que esa era una buena noticia, yo pensé que se habría confundido, pero volvieron a repetir las cifras. Cuarto caso, triste. La noticia es un estudio que pregunta a niños de primaria que querrían ser de mayores si fuesen niñas y las niñas si fuesen niños.

La psicóloga entrevistada “cree” que los resultados demuestran que están influidos por estereotipos de género, pues en cada caso sus respuestas dicen profesiones tradicionalmente asociadas a cada género. Ya saben, si un niño quiere ser médico de mayor, pero enfermera si fuese una niña, podría llegar a ser un sexista.

No es lo mismo creer algo porque se comprende que creérselo porque se tiene fe en ello. Está claro que la fe no es lo mismo que la razón, por lo cual suelo decir que: Puesto creer, podré creer en Dios, pero las demás cosas que me las demuestren. Próximamente más.

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