Sin Diazepam

Me importa una mierda la actualidad pero soñé que moría en Palestina

Publicado: 18/05/2018 ·
12:44
· Actualizado: 20/05/2018 · 17:55
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  • Sangre derramada ante la desgarrada mirada de las mil y una hijas de la hermosa Sherezade. -
Autor

Younes Nachett

Younes Nachett es pobre de nacimiento y casi seguro también pobre a la hora de morir. Sin nacionalidad fija y sin firma oficial

Sin Diazepam

Adicto hasta al azafrán, palabrería sin anestesia, supero el 'mono' sin un mísero diazepam, aunque sueño con ansiolíticos

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Rompe la noche entre el tibio susurro del viento de levante que, contenido en su fuerza, acaricia persianas, remueve el sueño y arremolina las colillas desperdigadas en las aceras. La luna, con destreza de buen amante, se asoma y se esconde entre plateadas nubes que blanquean la oscuridad de un firmamento adormecido. Las estrellas titilan nerviosas y se maquillan, doradas, al sentirse observada  por la curiosidad que emana de los telescopios.

Donde vivan Pablo Iglesias y Luis De Guindos me la trae al pairo, con los años he aprendido a escupir tanto a derecha como a izquierda

Acabo de cerrar la portada que abrirá el periódico de mañana. Rabiosa actualidad sin sentido. Sus páginas nos hablan de Cataluña, de narcotráfico, de iniciativas por la salud cardiovascular y de un lujoso chalet para que nadie moleste a los hijos de dos líderes políticos de la izquierda española. Sobra espacio para la corrupción y para los deportes. En cultura, una exposición sobre las caras del tiempo y un brochazo de carnaval. En internacional, sangre derramada ante la desgarrada mirada de las mil y una hijas de la hermosa Sherezade… y ante el silencio de unos dioses de lengua negra embaucados por el petróleo. Apago el ordenador y puedo sentir cómo rota el mundo sobre su propio eje.

Vértigo y un sutil escalofrío que se adentra en mis entrañas. En positivo, campeón, en positivo. Pienso en la historia y afirmo que el pasado fue peor. Por ejemplo, incluso hubo un tiempo en que no existía la penicilina. Bien, Younes, bien.

Me niego a dar mi opinión sobre esa actualidad que se contradice a cada paso. Donde vivan Pablo Iglesias y Luis De Guindos me la trae al pairo, con los años he aprendido a escupir tanto a derecha como a izquierda. La derecha busca votos prometiendo no olvidar a las víctimas de ETA mientras que defeca sobre el dolor que se asfixia bajo las toneladas de tierra que esconde, en fosas comunes, las vergüenzas de una dictadura. La izquierda remueve esas sepulturas al tiempo que aboga por borrón y cuenta nueva con los ex de Euskadi Ta Askatasuna. Sí, estoy generalizando. Todos en el mismo saco. El centro y los extremos también. Lo he vivido. En la barra de un bar, un andaluz derrama su ira contra los putos catalanes… un muro y llenarlo de agua. Otro apuesta por echar a todos los moros, terroristas de mochila y camiones desbocados. Pero lo que despierta mi curiosidad es que ambos ponen el grito en el cielo cuando se tacha de vagos y subvencionados a los que vivimos al sur de Despeñaperros. Quien no se contradiga, que tire primero de la cadena.

Soy mitad marroquí, mitad andaluz, comprendo a los vascos y catalanes que quieren la independencia ( y también a los que no), y en mis ratos libres soy de izquierda y en los de ocio de derecha. ¡Ah! Y me encantaría comprarme un chalet con piscina o un ático en el centro de Madrid.

Dicho esto. Me importa una mierda la actualidad. Es tarde para milongas. ¿Qué es lo importa? No tengo dudas, esta noche es la primera que Naím duerme solo, alejado de la confortante vía láctea que nace en los pechos de su madre. Younes tampoco podrá bajarse de la litera, a las tres de la madrugada, para acurrucarse a mi vera. Los observo. Ojos cerrados, respiración profunda. Parecen conformarse. Con mi mano acaricio su sueño. La inocencia tiene aquí su templo.

Orino, me cepillo los dientes y lamento de veras cómo la calvicie se aferra a mi testa. A punto de salir del cuarto de baño mi mujer me insta con un grito apagado que tire de la cadena…  Cierro los ojos y si me dan a elegir, apuesto por un sueño erótico.

Amanece. Todo vuelve a su cauce. La gente lee el periódico, la actualidad es hedionda, todos tiramos de la cadena, Naím tiene a su madre pegadita a él y Younes se levantó de madrugada, a las tres exactamente, para acurrucarse a mi lado… y yo... pues yo no tuve un sueño erótico... soñé que me embargaban la casa… y soñé que moría en Palestina.

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