En el último pleno municipal vivimos una escenificación de lo que se conoce como “taparse la nariz y mirar hacia otro lado”. Este país en el que nos ha tocado en suerte vivir, ha sufrido y sigue sufriendo por salir adelante.
En algunos casos el camino parece lleno de brotes verdes que aligeran las cargas pero en otros… ¡Ay, amigo! En otros uno sólo ve cardos borriqueros a su alrededor. Y con un cardo bien que se puede hacer una infusión, pero poco alimento.
Verán, esa misma dificultad que se vive en una familia se ha vivido y se sigue viviendo en la Administración Pública. Y en la gestión que de ella se hace está la diferencia entre ser autosuficiente o trasladar el problema al ciudadano de a pie que bastante tiene con la dieta a base de cardos.
No voy a hacer aquí un alegato sobre la cesión temporal –que no venta- que de la empresa municipal de aguas (APEMSA) se hizo bajo el mandato del Partido Popular.
Esa maniobra estuvo orientada a la obtención de recursos en época de carestía pero también formó parte del slogan de campaña del equipo de gobierno actual, ¿recuerdan: “APEMSA no se vende”? Me consta que mi antiguo compañero de filas, Damián Bornes, se esforzó por que esa cesión temporal implicase un avance tecnológico en la gestión de un bien común, un beneficio para el Consistorio y sobre todo, no implicase un aumento de los costes para el ciudadano.
Por ello en la redacción del pliego de adjudicación se introdujo una cláusula en la que una posible subida de los mismos estuviera sujeta a la aprobación del Pleno Municipal, lugar donde deben estar representados los intereses de toda la ciudad.
Pero debe ser que en ocasiones se confunden los intereses del ciudadano con otros ajenos a ellos. Y en este pleno pasado observamos perplejos como los que antes denunciaban tras la pancarta la cesión de APEMSA, se cuelan con una subida en coste para el ciudadano del recibo mensual de la empresa de aguas ¡Y para colmo, los actuales representantes del Partido Popular –salvo el Sr. Bornes que se ausentó, en mi opinión, a posta- se abstienen para consentir la aprobación de semejante atropello! Verán, yo entiendo que esto de la depuración es tarea ardua y que en ocasiones uno ha de recurrir al gesto milenario de la pinza con los dedos en la nariz… pero que utilicemos ese mismo gesto para mirar a otro lado y dejar pasar una ocasión idónea para mantenernos firmes en el propósito original de la cesión de APEMSA, me confirma que la política que estamos viviendo en mi ciudad es soporte de bienes más allá del común.
Entiendo que mis palabras pueden herir algunas sensibilidades de antiguos compañeros pero a mí no me importa hacerme la pinza en la nariz, pero si mirar a otro lado.
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