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El Puerto

Pastillas para calmar la ansiedad provocada por la infravivienda

Un matrimonio de jubilados reclaman mejoras en su casa

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El tiempo pasa y la situación empeora, no solo para una vivienda castigada ya por sí por los años y la falta de mantenimiento, sino, y lo que es más preocupante, la salud de sus ancianos enfermos ocupantes. Dos personas de avanzada edad que reclaman desde hace años unas mejoras que no llegan por más que hayan mantenido reuniones, encuentros y coleccionen documentaciones de unos y otros y sin que el problema encuentre un final feliz para estos.

La casa está situada en la calle Fernán Caballero, 18. De entre los últimos contactos mantenidos con el Área de Urbanismo, éste manifiesta en un escrito que “debido a la ausencia de edificación en la parcela colindante se están provocando una serie de filtraciones de humedad en el muro medianero por el avanzado deterioro de éste debido a la constante exposición ambiental”, argumentan detalladamente.

Según reza en el escrito firmado el 27 de noviembre de 2017 por el concejal Ángel Quintana, “estos vecinos están interesados en realizar las tareas de reparación necesarias, pero necesitan a su vez una autorización firmada para el acceso a su parcela y poder acometer las obras de reparación necesarias”, precisa.

En dicho escrito, Urbanismo se emplaza como “mediador e interlocutor entre ambas partes, a petición de los vecinos, para comunicarles la autorización” a la propiedad.

Cinco meses después, Rafael Ramos, su propietario, afirma que pasado tres meses “el Ayuntamiento puede reparar de manera subsidiaria la fachada”, en un deseo que continúa aguardando. Tal y como reconoce éste, tanto él como su esposa afirman “estar en tratamiento médico por la situación como se ha ido complicando aún más. No aguantan más y después del invierno que hemos pasado esto ha sido un infierno. Tenemos miedo a que nos pase algo”.

En su defensa reconocen que “somos pensionistas y solo queremos que todo se arregle y poder vivir tranquilos. Ella, por su señora, se ha tenido que ir a vivir con su hijo ante el temor y ante el agravamiento de su enfermedad por culpa de la situación”.

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