Sala 3

Aniquilación

Jesús González Sánchez | El ser humano tiende inevitablemente a la autodestrucción

Publicado: 16/03/2018 ·
09:48
· Actualizado: 16/03/2018 · 09:53
Publicidad AiPublicidad Ai
  • Aniquilación -
Autor

Jesús González Sánchez

Jesús González es graduado en Ciencias Ambientales y profesor de Educación Secundaria en El Puerto

Sala 3

Análisis crítico (más pasional que racional) de los mejores estrenos cinematográficos de cada semana

VISITAR BLOG

El ser humano tiende inevitablemente a la autodestrucción. A veces surge como un impulso del subconsciente que nos incita a dinamitar nuestra percepción de nosotros mismos o las relaciones con los demás sin que prácticamente lo advirtamos; otras, sin embargo, se convierte en pura determinación que nos lleva a sabotear toda una vida en busca de un propósito que probablemente no exista.

Lejos de convertirse en un error genético irremediable, la autodestrucción es una de las cualidades que mejor define nuestra naturaleza humana. Es a través de ella como alcanzamos la redención y el proceso al que nos sometemos para sobrevivir cuando todo lo demás comienza a carecer de sentido.

Del caos surge la creación, de los errores, la evolución, y la destrucción de una parte de quienes somos —o éramos— nos transforma en alguien completamente nuevo. Aniquilación (2018), estrenada en cines en Norteamérica el pasado Febrero, llega directamente a los salones del resto del mundo a través de Netflix, donde actualmente podemos disfrutar de su visionado.

Su director, el británico Alex Garland, deslumbró con su debut tras las cámaras con la brillante Ex Machina (2015), una cinta que devolvía la esperanza a los entusiastas de la ciencia ficción inteligente y atrevida, esa en la que priman las preguntas sobre las respuestas y la reflexión sobre la distracción. La película narra la misión de cinco científicas en una zona acordonada por el gobierno estadounidense en la que se han producido extraños fenómenos debido al impacto de un meteorito.

Todo aquel que ha entrado en la zona, denominada en la cinta como “El Resplandor”, no ha vuelto con vida, exceptuando al marido de Lena (Natalie Portman), una de las integrantes del grupo y protagonista de la historia.

Destaca que el grupo de personajes principales esté conformado íntegramente por mujeres (Jennifer Jason Leigh, Gina Rodriguez, Tessa Thompson y Tuva Novotny), pero más aún la naturalidad con la que la narración se adapta a este hecho de manera natural y coherente.

Alex Garland instaura un ritmo lento al comienzo de la cinta, aunque progresivamente se irá acelerando conforme nos adentremos en “El Resplandor” y la historia se aproxime a su desenlace. Esto permite estirar la tensión de un relato que mezcla conceptos de ciencia ficción dura con elementos propios del cine de terror, aunando referencias clave de ambos géneros (Stalker, 1979; La Cosa, 1982, o la más reciente Under The Skin, 2015).

La refracción o reverberación, elemento clave en la película, no solo se refleja en los cambios tonales de la narración, sino que impregna sus imágenes con contrastes de paisajes vitalistas y pesadillescos; intercala el preciosismo  naturalista con su vertiente más gore y grotesca; se adueña del sonido a través de una banda sonora tan inquietante como atrayente; y distorsiona la línea que separa la autodestrucción de la aniquilación en un clímax que plantea cuestiones existenciales que nos acompañarán más allá de los psicodélicos títulos de crédito.

Para leer más sobre cine puedes visitar mi blog elmurodedocsportello.wordpress.com

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN