El pasado viernes 8 de septiembre, el Bufete Cosano presentó en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz la solicitud para el pre concurso de acreedores de Impulsa, tal y como se acordó por unanimidad en un Consejo de Administración celebrado el pasado mes de julio “ante las dificultades económicas que presenta la entidad a la hora de hacer frente a sus obligaciones corrientes”, según nota de prensa municipal.
La situación, lejos de encontrar su punto idóneo de cara a los 9 trabajadores con los que cuenta la empresa municipal en la actualidad, parece cada vez más complicada. De hecho, los trabajadores han sido convocados a una reunión a las 11 horas de este lunes para ser informados sobre la reestructuración que el bufete Cosano y Asociados SLP ha planteado por encargo del equipo de gobierno formado por PSOE e IU.
Ya en enero de este año, el gerente de la empresa municipal, Miguel Ángel Zarzuela, advertía en una carta al alcalde de la ciudad, David de la Encina, de la encrucijada en la que estaba envuelta una empresa con la que, si de algo se caracterizaba años atrás, era la de contar un con una solvencia y con un patrimonio que le hacían ser un ente con la suficiente fuerza económica para arrojar siempre números positivos. Todo ello después de una crisis financiera incluida y arrojando un beneficio en junio de 2015 de 10 millones de euros.
Una reestructuración que probablemente tendrá que pasar por el despido de parte de la plantilla de trabajadores, víctimas propiciatorias de la escasa actividad de Impulsa en los dos últimos años. Las conclusiones a las que llegó hace unos meses el informe de el bufete de abogados Martínez Escribano indicaban, entre otros aspectos, la situación de insolvencia en la que se encontraba Impulsa, así como su falta de actividad e ingresos ordinarios, que calificaba como un “problema estructural”.
Hay que recordar que la trayectoria financiera de Impulsa pasó de tener unos activos en 2007 de 22,7 millones de euros y unos pasivos de -6,4 millones de euros; a cerrar 2015 con 0,5 millones de euros de activos financieros frente a -10,2 millones de euros de pasivos, terminando 2016 (ya con un gobierno PSOE-IU)on más de once millones de euros de deudas (11,2).
En palabras del presidente de Impulsa, el socialista Ángel Quintana, “ante la difícil situación de liquidez que sufre la empresa y una vez presentada la solicitud de pre concurso, el Consejo de Administración y el Bufete Cosano seguirán trabajando y coordinando los pasos a seguir con la expectativa de salvar la empresa y reformular el objeto social de la misma, haciéndola viable económicamente y útil socialmente”.
Mientras tanto, los trabajadores conocerán hoy su futuro laboral, nada halagüeño por lo que se ha ido conociendo en los últimos meses.
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