El Puerto

Férrea defensa de la Tauromaquia a cargo de la Asamblea Taurina

La Asamblea Taurina de Cádiz ha organizado durante los festejos del abono portuense distintos actos de apoyo y difusión a la Tauromaquia

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La Asamblea Taurina de Cádiz ha organizado durante los festejos del abono portuense distintos actos de apoyo y difusión a la Tauromaquia.

Durante todos espectáculos taurinos se han concentrado, con el preceptivo permiso de la Delegación del Gobierno,  delante de la Puerta Grande de la Plaza Real para reivindicar el derecho de los aficionados a acudir a un espectáculo totalmente legalizado y regulado. Dichas concentraciones han dado lugar a que este año los aficionados que hemos acudido a los festejos taurinos no hayamos sufrido los insultos de los antitaurinos que años atrás han hecho acto de presencia en las inmediaciones del coso.

Al romperse el paseillo de la primera corrida del abono celebrada el cuatro de agosto, le hizo entrega al maestro Juan José Padilla de un cuadro conmemorativo del XX aniversario de su presentación en El Puerto. Al día siguiente aprovechando que el diestro jerezano no tenía compromisos profesionales, se le nombró en un emotivo acto Socio de Honor de la entidad.

El viernes 11 colaboró con trastos de torear en la exhibición de toreo de salón  que el maestro  José Garrido impartió en la playa de El Buzo, logrando con ellos que muchos curiosos pudiesen sentir por primera vez el tacto de los capotes y muletas e incluso que practicasen el arte de torear de salón.
Pero sin duda el plato fuerte de los organizados fue la Manifestación  ¡Cádiz, si a los toros!, que organizaron el pasado domingo día 13 y que recorrió la calle Santa Lucía, la que antaño fuese la más torera de El Puerto.

A dicha manifestación acudieron numerosos profesionales taurinos como los maestros José Luís Galloso y Dávila Miura, el novillero Daniel Crespo, el subalterno José Manuel Berciano y el ganadero D. Luis Algarra, acompañando a más de 200 personas que se por un día pudieron reivindicar el derecho a la libertad de ser aficionado a Los Toros.

La manifestación partió de la Plaza de la Iglesia y se rompió en el Monumento a “Paquirri”, una vez que Juan Antonio Villarreal leyera un Manifiesto en Defensa de la Fiesta.

Sin duda alguna estos actos han engrandecido a la Tauromaquia y los más importante, tal y como he comentado antes, han logrado que los antitaurinos este año no hayan tenido protagonismo en El Puerto.

Texto completo del manifiesto leido por Juan Villarreal

"Todos los que estamos aquí reunidos queremos expresar de manera rotunda nuestro apoyo más contundente en defensa de la fiesta taurina, una tradición milenaria que entronca y se relaciona con las más viejas de nuestras ancestrales fuentes culturales.

Por eso, quienes pretenden erradicar esta fiesta, no olvidemos, llamada nacional, creo que no se dan cuenta de que están intentando, al mismo tiempo, borrar de un plumazo una parte de nuestra cultura, que puede que a muchos no agrade, pero que es tan nuestra como el flamenco o la copla.
 

Esa es la magia de los toros. Eso, lo que la ha hecho sobrevivir a lo largo de los siglos superando las críticas y los ataques de quienes, intelectuales, políticos o pueblo llano, no llegaron a entender nunca que la tauromaquia es un arte y que, como toda obra artística está llamada a pervivir en el tiempo. Que, como en todas las artes, puede haber cambios de estilos, de técnicas, pueden existir modas, movimientos, comprensibles para unos, inaceptables para otros, pero siempre permanecerá lo esencial, lo identificativo, lo que permitirá que, por encima de todos esos cambios, no se pierda lo genuino que hace del toreo una creación artística.

Y queremos manifestar igualmente nuestra defensa del toro bravo, el auténtico protagonista de nuestra fiesta. Un animal típico de nuestro país, unido a nuestra historia, reflejo de nuestra idiosincrasia y representativo incluso de nuestra geografía: no en vano, desde la escuela, nos enseñaron que el mapa de España tiene forma de piel de toro.

El toro es mucho más que un mamífero rumiante de unas determinadas características zootécnicas. El toro es una manera de sentir y de ser. Un “ciego rayo sin límite” como lo denominó Miguel Hernández o “la gruesa nave que embiste en medio de un temporal” en la inigualable metáfora creada por Gerardo Diego.

Y a él, al toro, base y sustento de nuestra fiesta, al que queremos y respetamos porque, como decía Antonio Machado, la afición taurina es más bien fervor a los toros, quiero dedicar estos versos que ya recité en mi pregón de la feria taurina:

El toro es un vendaval,
es un ciego torbellino
que hiere con el cristal
de su pitón astifino.

 

El toro sabe el final
que le señala el destino
y conoce que su sino,
desde que nace, está escrito:
no morir como animal
sino acabar como un  mito.

LOS AFICIONADOS A LOS TOROS NO QUEREMOS IMPONER NADA. SÓLO PEDIMOS RESPETO."

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