Cuatro operarios del servicio han dedicado media hora de su jornada a la recogida manual de colillas. En tan solo tres días la playa de Valdelagrana acumulaba un kilo de cigarros apagados. La cifra huele tan mal como el contenido de una bolsa de supermercado llena por la mitad de tabaco corrompido.
Un kilo de inconciencia, vergüenza y mala educación que desde hoy la empresa irá acumulando para, al final de temporada, arrojar una cifra global.
Las playas amanecen limpias, los operarios que trabajan de noche y los que comienzan a primera hora de la mañana retiran todos los "descuidos". Ojito este fin de semana.
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