La Junta de Andalucía ha mostrado su predisposición o, al menos, se ha mostrado dispuesta a estudiar la posibilidad de excavar dos de las cuatro naves de las Reales Atarazanas que pide Adepa en el marco de las negociaciones mantenidas por ambas partes (iniciadas en septiembre del año pasado) con el objetivo de lograr una postura consensuada respecto a la rehabilitación de los antiguos astilleros. La idea es llegar a un proyecto que contente a ambos lados para que los conservacionistas retiren el recurso que interpusieren en los juzgados en contra de la licencia de obras y que ha imposibilitado por el momento el inicio de los trabajos de restauración en el monumento.
Hasta la fecha la Junta ya ha accedido a realizar una serie de “modificaciones sustanciales” en el proyecto tales como cambiar el sistema de cimentación a través de micropilotes para evitar perforaciones, a eliminar la cafetería de la planta superior y a cambiar la entrada del monumento a su acceso histórico por la calle Temprado en vez de por Dos de Mayo.
Esta nueva “buena disposición” de la Junta ha sido confirmada a Viva Sevilla por el experto en arquitectura José García Tapial tras la nueva reunión que Adepa mantuvo este jueves con representantes de la Consejería de Cultura, resaltando García Tapial “el acercamiento de postura” de la Junta, que habría transformado su no rotundo inicial a llegar a la cota original en alguna de las siete naves del monumento a mostrar ahora “una buena disposición”.
Adepa reiteró a la Junta su deseo de que el proyecto incluya la excavación de las últimas cuatro naves de Atarazanas, que son las más cercanas al Hospital de la Caridad y las de la época de Alfonso X, para llegar a su cota original del siglo XIII. “Algo necesario para que los ciudadanos se hagan una idea de la altura que tenía el monumento”, explica García Tapial.
Otras peticiones
Junto con la posibilidad de esta nueva excavación, Junta y Adepa afinaron otros detalles como los referentes al mirador o “balcón arqueológico” que Cultura ya accedió a incluir en el proyecto del arquitecto Vázquez Consuegra.
Adepa pretende que este mirador arqueológico (que se situaría junto a la muralla en la parte final del edificio, en la parte más alejada de la calle temprado) sea excavado más allá de sus 670 metros cuadrados de superficie, ya que considera que así no se podría observar la grandeza de los restos por lo que pide que se excaven otros 1.000 metros cuadrados adicionales de superficie.
Además, solicita que el balcón arqueológico sea accesible para los ciudadanos a través de una rampa o escalera y que se ilumine. La idea es “poner en valor” las murallas de origen almorávide que protegieron la ciudad y que se construyeron entre los siglos XI y XIII y uno de los dos torreones que flanqueaban el Postigo del Aceite.
Por otro lado, los conservacionistas sugieren la posibilidad de conservar la techumbre del actual salón de actos (antigua fundición de los astilleros que ya fue rehabilitada por la Junta en el 2004 con un coste de 490.000 euros) y no fragmentarlo. Sin embargo, Adepa habría cambiado sus pretensiones con las escaleras mecánicas, aspecto que sigue considerando “disonante”, pero que estaría dispuesta a asumir ya que no quiere que sea “un elemento que enturbie las negociaciones”.
La Junta, que tiene la última palabra, debe elaborar un documento con todos los aspectos definitivos que estaría dispuesta a modificar del proyecto actual.