El Puerto

Los Milagros va remontando gracias a la implicación social

Un amplio programa de actividades y talleres gratuitos, en un local que permanece abierto

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  • Las viviendas -

La barriada de Los Milagros va remontando poco a poco y a pesar de que la asociación de vecinos ha pasado por duros momentos, se van viendo los “frutos del trabajo realizado” estos meses atrás gracias al tesón de la junta directiva, que se entiende como un bloque unido, aunque su cara visible sea su presidenta. La labor de voluntarios, agentes sociales y gente de fuera del barrio que está apostando por el futuro de Los Milagros está siendo fundamental.


Un arduo trabajo desde que se fueran los anteriores presidentes, que ha permitido que continúen las actividades en el local asociativo, que tuvieron que arreglar debido al deterioro acumulado. Talleres y actividades gratuitos que se suceden a lo largo de los meses y que se ofrecen a todos los vecinos del barrio.


Lunes y miércoles ofrecen apoyo escolar; martes y jueves, bachata y sevillanas; miércoles, taller de la memoria y clases de guitarra para niños; zumba para niños y adultos los viernes; y tejido el sábado. El último lunes del mes organizan una tertulia femenina para exponer la violencia de género desde distintas perspectivas; el último jueves del mes realizan la merienda de la sabiduría con los mayores y una ludoteca infantil una vez al mes.


Y por otro lado están las actividades temporales por meses: en enero, el amigo invisible; en febrero, fiesta de disfraces y participación con Mujeres Vecinales en la Cabalgata de Carnaval; en marzo se nombra a la vecina del año coincidiendo con el Día de la Mujer Trabajadora; en mayo, comida de mujeres en la Feria; en verano se realizan actividades infantiles; en septiembre, la fiesta del barrio, de la patrona; en octubre, el día del mayor y Halloween; en noviembre, el 25-N y en diciembre, la pestiñada, un recital navideño, una fiesta de Navidad, el Cartero Real y la comida del socio.


Actividades que tienen un fin concreto, dinamizar el barrio pero también intentar acercar a los vecinos, algo desunidos por la falta de convivencia de gitanos y payos. Por ello, la junta directiva recalca que el local asociativo tiene las puertas abiertas para todo aquel vecino, del barrio o no, que quiera acudir, a participar, a aportar su granito de arena, a apostar por el barrio. Un valor añadido a las actividades es la ayuda que proporcionan a los propios vecinos en sus gestiones diarias.

Pisos desocupados


Pero el principal problema de este barrio es el hecho de que existan pisos despoblados, sobre todo propiedad de los bancos, que provoca que haya gente de paso que se dedica a “negocios ilegales” y okupas que no cuidan la zona ni se preocupan por la convivencia. Además, el estado de los pisos no es el adecuado, pero los propios residentes no tienen dinero para afrontar el arreglo de las fachadas, como exige la administración local, como bien indican, por lo que piden que se atienda la situación concreta de cada vecino.


En otro orden, indican que la pista deportiva cuenta con suelo en mal estado, siendo “irrecuperable”, según les asegura el Ayuntamiento, por lo que piden una actuación en la misma, porque es un espacio en el que se hacen muchas actividades y se fomenta la convivencia. La plazoleta tampoco cuenta con la adecuación y cuidado necesarios, por lo que también exigen una actuación.

Valor añadido


La junta directiva de la asociación vecinal destaca que el valor añadido de este barrio es el apoyo de los mayores. Estar un rato en el local social demuestra que efectivamente los vecinos hacen piña y los mayores acuden para hablar con la presidenta, ayudar, gestionar, organizar, etc. Y por eso, la recompensa a esta entrega sin medidas es la celebración de cada uno de los cumpleaños de las más asiduas. Una de esas vecinas, Paquita, asegura que, a sus 74 años, el año pasado sintió la ilusión de ser la protagonista de una fiesta sorpresa para celebrar su cumpleaños, algo que le hizo mucha ilusión, como a todas.


Apoyo el de los mayores, que es el grupo de población mayoritario de este barrio, que está incluso consiguiendo que, los antiguos socios se vuelvan a interesar por la entidad, por el barrio y por hacerse socios de nuevo.


Por eso la junta directiva tiene claro que sus focos de atención son dos: los mayores, y los niños, a los que se intenta inculcar valores, con los que se apuesta por la integración, por la educación y por la mejora del barrio.


El trabajo realizado, además de dar sus frutos, también está consiguiendo que haya un trabajo, el de la presidenta y la junta directiva, que se visibiliza y además se valora, algo muy importante en un barrio como Los Milagros. Una presidenta que, resta tiempo a los suyos, para entregárselo, de forma altruista, al barrio en el que vive, y que provoca comentarios muy positivos entre los vecinos, ya que su capacidad de ganarse la confianza de unos y otros está provocando que este barrio continúa dando pasos, quitándose las etiquetas del pasado.

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