Luis Miguel Morales | Después del adiós de la inefable mujer barbuda de hace dos años, creí -iluso de mí- que las cabalgatas de Reyes serían otra cosa. Bien distinta, mejor. Muchísimo mejor, que habíamos aprendido de los pifiazos e improvisaciones. Y eso que se “recuperaron” los fuegos de artificios o cajas chinas, que al parecer es la modalidad de los cohetes más light. Cierto, y en parte.
Ante todo dar la enhorabuena, otra vez, a Vicente Rodríguez, de la Asociación de Belenistas, por las cabalgatas con las que nos ha sorprendido este año. De 10. Insuperables. Majestuosas y brillantes. A su altura. Para qué engañarnos.
Como te decía Quique, recuperar, porque a este Ayuntamiento, muy dado a descubrir e imponer palabras fetiches, todo se está “recuperando”. La Navidad, el verano, las cabalgatas, el centro, la política, la participación...
Y digo yo, querido amigo Quique, que puesto a rescatar y dar dignidad a todo cuanto lleva el sello del buenismo, también habría que plantearse -eliminar más bien- el papel, el dudoso, que representan o realizan los famosos, famosetes y payasetes de turno bajo el halo de la notoriedad y del prestigio.
Una encarnación y bajo una caracterización, ¿qué función tiene el que venga un personaje más o menos conocido a dar nombre y caché a una cabalgata sino lo va a conocer ni el Tato? ¿Para qué tanto boato al sobrino de un motero metido a pinchadisco si solo se le ha visto el pelo dos veces y a prisa y corriendo pegado a su pedasso móvil? Y cuando viene parece que nos está perdonando la vida y hay que darle las gracias por darnos su presencia.
Ah, que el chico, encima, es alérgico a los caballos. Guay. ¿Nadie le previno que debía subirse a uno? ¿Nadie previó que la entronización se hace el día 4 que hay que anunciárselo a los trabajadores y a la prensa? ¿Que el Niño Jesús debe estar en la carroza como anuncio de su nacimiento?
A todo esto ¿quién o quiernes llevan la agenda en Peral? ¿Es necesario que ese lugar que debiera ser privilegiado, único y ejemplarizante esté en manos de mindundis? De personajillos de mediopelo desagradecidos y engreídos.
Creo que El Puerto, al igual que ha dignificado su desfile, no creo que se merezca trato despectivo de ascéticos mesetarios de turno. Es más, habría que fomentar una asociación que englobe a todos los que de una manera u otra han tenido el privilegio de participar en el desfile de Reyes.
Los que la han dignificado. Ése sello se lo dan los que aman y se apasionan por ese nombramiento. Al resto, un puñado de gambas y para arriba, para casita por el camino más corto y a paso agua.
Y no soy original con esta idea, pues ya que existen asociaciones en la provincia que dan lugar y preferencia a unas cabalgatas que deben estar reconocidas y avaladas por cuantas personas han sido protagonistas en ella. Reducir un desfile a una mujerbarbuda o a un hierático motero, no sería serio, como tampoco que se juegue, otra vez, con la buena voluntad de todos.
Si la noticia, dentro del buenismo oficialista de los voceros es que no nos hemos pringado los zapatos de caramelos, pues eso…
Compañero Pedregal, que tengamos ilusión esa noche tan mágica no significa que seamos tontos. Y de tontos empezamos a estar ya un poco hartos de tantos inventos y de tantos inventores metidos a concejales y a técnicos que todo cuanto se toca está envuelto en la pantomima catetil y la polémica.
Tampoco voy a entrar si las Coquineras deben o no deben tener su lugar y su sitio en la cabalgata. Ni en eso entro. Que después de lo arreglan todo con una fotito, otra más, y santas Pascuas. Pues eso, que cada uno al final tiene lo que se merece y busca.
Allá cada uno con su orgullo y con su amor propio. Sí entro en las promesas y en los acuerdos que se hayan podido tener semanas atrás y que luego no se han cumplido.
En esta vida, amigo Quique, lo más difícil, sin duda alguna, es saber estar y por desgracia no siempre se suele saber responder al cargo que uno debe ocupar. Ponte en lo peor, que ya preparan la siguiente.
Quique Pedregal | Berenjenal. Que te digo, Luismi, que meterse en estos berenjenales tiene su doble vertiente. Nombran a uno o a una con un cargo representativo sin remunerar. Casi todo se hace muy participativo (coquineras aparte) porque esta es una nueva forma de gobernar. Y digo “casi todo” porque a la vista está.
Te traen a un señor que no tiene nada que ver con nuestra ciudad –al menos que se sepa- pero que es lo suficientemente conocido a nivel nacional como para que nuestra ciudad salga en Sálvame. Hasta ahí, no creo que haya habido mala intención por parte de nadie, pero qué mala suerte tenemos los portuenses. Definitivamente, lo de la ley de Murphy se aplica cada día en El Puerto.
Para el elegido es motivo de orgullo, porque la ilusión de los niños en ese día de la Epifanía del Señor… pregunten a quienes ya se han visto en esos menesteres. Cualquiera de nosotros soñaría con encarnar a un personaje del tipo que fuera en estas fiestas.
¿Que ha pagado un montón de caramelos y regalos? Se agradece. No sería el primero ni el último. Pero de ahí a no empatizar al cien por cien, que es lo mínimo exigible… ¿Qué el cien por cien es lo mínimo exigible? Sí, Luismi, sí. Ese día es especial, no hay más que asomarse al balcón de casa y ver el bullicio y el correr de familias enteras.
Y es normal que en nuestra ciudad se critique todo, teniendo en cuenta que el portuense ya está con la escopeta cargada y, a la primera que salta, catapúm, las redes sociales hierven.
Volver a insistir en lo de la tardanza de la comitiva o la ligereza de la cabalgata al pasar por tu vera, es otro asunto que ya hemos debatido ampliamente, pero esto se tiene que reconducir.
En mi opinión, ayuntamiento, comerciantes y asociaciones han hecho lo imposible por organizar actividades durante las pasadas navidades. Villancicos flamencos y talleres para niños han abundado durante las vacaciones navideñas, pero eso no es óbice para que los representantes municipales tengan que hacer una reflexión pausada de la opinión general.
Una sola persona no puede llevar tres, cuatro o cinco concejalías porque, aunque lo llevase de paquete en su moto Fonsi Nieto, no llegaría a tiempo para organizar lo que una ciudad que ronda los 90.000 habitantes requiere.
O ponemos orden, Luismi, o no aguantamos los dos años que nos quedan. Lo que yo te diga.
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