Si hay un parque histórico en El Puerto de Santa María es el parque de la Victoria, cuya remodelación, cuidados y atenciones han sido exigidas, de muy diversas formas, por los vecinos de los barrios aledaños y en general por toda la Zona Norte. Pero parece que dichas reivindicaciones siguen cayendo en saco roto, y aunque en 2013 se terminara la remodelación y adecentamiento de este jardín decimonónico, desde entonces no ha habido una respuesta idónea del Gobierno en cuanto al cuidado que merece el parque, pero sobre todo, como denuncian los propios ciudadanos, del Gobierno actual, formado por PSOE e Izquierda Unida.
Y es que, en estos momentos, el parque se encuentra en total estado de abandono. Como bien relata Fernando Navarro, ex presidente de la asociación de vecinos Ronda de la Victoria, y el primer defensor de este parque, “dar un paseo por La Victoria es de pena, porque parece que está totalmente abandonado. Como si estuviera cerrado a cal y canto, tiene hierbajos que no se quitan, hojas por el suelo que no se barren” y muchos elementos y mobiliario urbano destruidos, y que se irán deteriorando con el paso de los días si el Ayuntamiento no interviene con urgencia.
El presidente de la asociación de vecinos Ronda de la Victoria, Enrique Sánchez, destaca que la situación del parque se puede definir como “despilfarro en los arreglos” que se hicieron, que ha supuesto “un dinero malgastado”.
Tristemente, lamenta Sánchez, “ha quedado solo como una calle de paso de nuestra barriada al centro, en lugar de un parque de relajo. Nos mintieron en todo el gasto y nada mejoró”, denuncia. Y sobre la rocalla “de la vergüenza, ni opino”, explica. Y lamentablemente, el presidente vecinal indica que “lo malo es que los nuevos tampoco hacen nada por darle vida al mismo”, y el mantinimiento de jardines “funciona al realizar cosas que den sentido al parque y lo hagan atractivo, pero en cambio, brilla por su ausencia”, lamenta.
Un paseo por el parque deja una imagen “desoladora”, como indica Fernando Navarro, con “una palmera caída”, que ni siquiera se molestan en eliminar, con “coches municipales”, dependientes del área de Medio Ambiente, que “entran en el parque, pero no sé para qué, porque no se hace nada, y el parque está para llevar a las ovejas y que se coman los hierbajos”, denuncia.
Por otro lado, asegura que “es tremendo, me acuerdo de la familia de todos los que no hacen nada por nuestro parque”, por no decir cosas más fuertes, “porque este parque me duele como un hijo, y tristemente no hay unión ni fortaleza entre los propios ciudadanos para hacer una manifestación y recordar al Gobierno municipal que tienen que dar una respuesta a esta situación”, explica Navarro.
Aunque en otro tiempo sí se hicieron movilizaciones que incluían la remodelación del parque como una de las principales reivindicaciones de los vecinos. “Pero nunca nos han tomado muy en serio”, porque se hizo la obra para “callar las bocas de los ciudadanos, pero no ha habido interés en continuar dándole vida ni molestarse en mantenerlo”, explica.
Un parque que, por otro lado, lleva tres años esperando la reposición de la estatua de la primavera, de la que no se sabe nada. Por tanto, quedan las otras tres restantes pertenecientes a las otras estaciones. Y es que, pocos meses después de su remodelación, la estatua sufrió un incidente y desapareció.
Kiosko
Un espacio en el que nunca se ha puesto a funcionar el kiosko-bar, a pesar de que ha habido distintas propuestas para su puesta en marcha, como la que llegó de la asociación La Muralla, dirigida por Daniel Marín. Y que, debido al paso del tiempo y el vandalismo, se ha convertido en unas paredes vacías y destrozadas. El exdirigente vecinal considera que “no ha habido interés por sacar adelante este servicio”, que hubiera sido muy positivo para los usuarios del mismo y que hubiera servido de elemento disuasorio para los vándalos. Pero han sido distintas las razones puestas encima de la mesa por la que el kiosko permanece cerrado, sin visos de que se pueda recuperar.
Tanto Navarro como Sánchez lamentan que a la fuente no se le haya dado funcionamiento, estando por tanto sin uso. E incluso el primero de ellos se ha prestado en distintas ocasiones a intentar ponerla en marcha, puesto que tiene hasta su motor. “¿Tanto cuesta ponerla en marcha?”, pregunta.
Sin duda, se trata de un cúmulo de despropósitos que genera cierto cabreo en la ciudadanía, pues es uno de los puntos fuertes de la Zona Norte, junto al parque del Juncal, y en cambio “está hecho una pena”, explica una usuaria que acude con sus hijos.
La canaleta rota supone un peligro para los niños
La canaleta que formaba parte del sistema de riego de la enredadera está totalmente destruida por alguna partes, lo que supone un peligro para los niños, que pueden tropezar y caer el suelo. Por ello, los usuarios solicitan que se retire o bien se arregle.
Faltan papeleras en la zona infantil
Hasta cuatro papeleras faltan en la zona de alrededor de los juegos infantiles. Solo se muestran los anclajes de las mismas, que son un peligro para los más pequeños, y que el Ayuntamiento no ha retirado o no ha respuesto las papeleras.
Restos de incivismo que no se recogen
Cualquier día, el parque no solo amanece con restos de las actitudes incívicas de algunos usuarios, sino que además estos restos se alargan durante todo el día, lo que supone que no se da la atención necesaria en cuanto a recogida de residuos
Parte de la valla perimetral, inexistente
Un trozo de la valla perimetral ha sido arrancada de cuajo, por lo que falta este espacio, siendo aún más fácil acceder al parque desde el exterior. Algo que los ciudadanos reclaman al Ayuntamiento que se reponga cuanto antes.
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