| La junta directiva de la asociación de vecinos de Los Frailes libra una particular batalla contra un problema que comunicaron hace unos cinco o seis meses, y es que en las cercanías del centro Francisco Guerrero y la plaza de las Madres, el acerado de la calle Santiago de Chil, está totalmente levantado por el empuje de las raíces de los cuatro árboles que se encuentran en la zona.
Como bien explica la junta directiva, que se encuentra encabezada por Eduardo Peinado, la opción a la que se han tenido que acoger, que es “intermedia”, es “aceptar que nos impusieran que los cuatro árboles se queden y harán un paso de peatones y una rampa de acceso al centro”, explican, y en las losas colocarán un enrejado de PVC, en vez de sustituirlas, porque están destrozadas y levantadas. Los vecinos querían que se cambiaran los árboles dañinos, pero esa opción no existe para ellos, denuncian. Se trata, por tanto, de una situación que causa cierta controversia y su solución no supone plena satisfacción vecinal.
Los quince meses que Eduardo Peinado (presidente y tesorero en funciones), Antonia Cuevas (vicepresidenta), Monserrat Quesada (secretaria) y los vocales Ángeles Rojas, Miguel Fernández, Milagros de la O, Milagros Clemente y Manuel Leiva, llevan, suponen un balance definido como “regular”, en cuanto a las necesidades solucionadas por el Consistorio y el caso que les han hecho, sin que sea “culpa de la junta directiva”, indican.
Así, de los concejales, en estos momentos, salvan a los ediles Carmen Ojeda (Mantenimiento Urbano) y Antonio Chacón (Medio Ambiente), porque son con los que “se puede hablar”.
Entre las cuestiones que, vía escritos, han puesto en conocimiento del Ayuntamiento, y de las que apenas han recibido respuesta, son la vuelta del azulejo en el que pone el nombre de la plaza de las Madres, que se retiró tras su remodelación; los pasos de peatones sin pintar; el edificio a medio construir en la calle Tegucigalpa desde hace diez años y que fue abandonado, pero en el que persisten los elementos de seguridad de los obreros, y que se encuentran en mal estado y suponen un peligro y miedo para los vecinos; un socavón entre Montevideo y Caracas; la solución al desvinel de la escalera de la calle Puerto Príncipe; falta de alumbrado, por un lado porque hay luminarias que no se reponen, como en la calle Veracruz, o espacios en los que hay puntos muertos y donde no se colocan más farolas; una solución al acceso de los vecinos a la zona de contenedores del espacio con gravilla cercano a la plaza de las Madres, etc.
En cambio, reconocen que se han llevado a cabo distintas actuaciones de mejoras, pero no las suficientes para que no sientan que el barrio se encuentra abandonado de parte municipal. Entre ellas hablan de la limpieza de la plaza cuando se han realizado actividades con niños, el cambio de contenedores al final de la calle Caracas o el arreglo de bordillos o aceras.
Colaboración
En contraposición, la asociación se siente muy satisfecha por la respuesta de los vecinos, y es que participan en el día a día del barrio y en las actividades que se ponen en marcha, como la convivencia de la Cruz de Mayo (aunque se tuvo que prescindir de la procesión por falta de medios), la zambomba o el cartero real en Navidad, etc.
Vecinos que cuentan con talleres como zumba, corte, yoga, sevillanas, labores o las distintas actividades que se realizan con los más pequeños del barrio, como una tarde de dibujo a la semana, los juegos que se han realizado los meses de verano en la plaza de las Madres, contando con hasta 50 y 60 participantes, o el concurso de dibujo en Navidad, cuyo premio es que el dibujo elegido se convierte en postal para los vecinos.
Otras cuestiones puestas encima de la mesa es la situación actual de la plaza de las Madres. La actual junta directiva entiende que la plaza tiene que volver a contar con la valla perimetral, porque tal y como se encuentra es un peligro para los niños que juegan al fútbol; o los callejones para motocicletas que son un escondite perfecto para los toxicómanos, denuncian.
Importante es que han tenido que dar un buen repaso al local asociativo, que es de su propiedad, pero para el que no cuentan con ningún tipo de ayuda municipal. Así, han conseguido reparar los pilares de la planta baja, el pintado de las paredes y recoger los desperfectos existentes, para que los vecinos puedan contar con un local a medida.
Particularidades
Cuentan con dos particularidades: dos calles con el mismo nombre y una no reconocida
Con tono de humor se toma la junta directiva un par de cosas que ocurren en este barrio. Por un lado, hay dos calles que reciben el mismo nombre: Veracruz. El ahora presidente, al tener que hacer un escrito al Ayuntamiento, antes de serlo, descubrió que hay similitud en los nombres. Y por otro lado, “tenemos una calle que no existe para el Ayuntamiento”, es decir, San Antonio, en la que los vecinos libran una intensa batalla para que se les reconozca su derecho a constar y que les den soluciones a sus problemas.
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