La asociación de vecinos Ronda de la Victoria informa al edil de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, a través de un documento con imágenes, una muestra de los desperfectos que presenta el barrio. Los vecinos insisten en que “todos estos desperfectos fueron expuestos en su momento, cuando no presentaban el actual grado de deterioro que va produciéndose paulatinamente a ojos vista por día y que, cuando se les quiera poner remedio, costarán un buen dinero”, insisten.
Entre los más importantes está el mal estado de los pasos de peatones, concretamente, como destacan en el documento gráfico, los cercanos al colegio Sericícola, y que día a día son muy utilizados por los niños que acceden al centro escolar. Es más, en algunos casos se pueden percibir porque los vecinos saben de su ubicación, pero no porque se vean. Por otro lado, en cuanto a los que se acercan a La Sirenita, plantean la misma situación, que no son visibles, por lo que puede ocurre alguna desgracia.
Pero en torno al centro Sericícola hay más desperfectos, como los alcorques, en mal estado, e incluso con el pavimento totalmente levantado en consecuencia del empuje de las raíces de los árboles, así como aceras levantadas, que suponen igualmente un peligro para los escolares, así como para todos los viandantes. Plantean que “han sido ya causantes de varias caídas, ¿hay que esperar a que ocurra algo que después tengamos que lamentar para poner solución?”.
Pero el “deplorable estado” del acerado es una constante en el barrio en general, de ahí que muestren distintos ejemplos, como en Carabela la Niña, destacando que “los peatones tienen que ir por la calzada”, pues es intransitable.
Por otro lado ofrecen una simple muestra del estado del acerado y los alcorques de varias plazas de este barrio, como Pepe Jerez, en la que se encuentran ubicados los juegos infantiles, La Jara o Los Claveles, que son fuente de posibles accidentes, sobre todo para las personas mayores o los niños que las utilizan para jugar.
Otro desperfecto señalado por la entidad vecinal es el que se impone en la calzada de acceso a la barriada desde la antigua N-IV, frente a la oficina de Cajasol. En este tramo los vehículos tienen que circular con mucho cuidado, pues hay distintos socavones que son impracticables.
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