El ascenso de categoría supuso poner la guinda a una temporada inolvidable y perfecta. Histórica para la joven entidad que preside Joaquín Bellido. No corren buenos tiempos en general, ni para el deporte amateur, en particular. Conseguir ante los tuyos la gesta de subir de categoría, no es algo que se consiga todos los días. La resaca de la celebración destapó las miserias y vergüenzas en las que está sumido el deporte de base, a día de hoy.
Más que una alegría y una satisfacción para algunos, supuso un problema del que han querido pasar de largo y de puntillas, como evitando quedar retratado ante lo que, entonces, estaba por llegar. Era un inconveniente más que una felicidad, por otro logro deportivo conseguido.
El compromiso de tener que apostar por un proyecto, con el consiguiente desembolso, encontró la callada por respuesta o la omisión, en el caso menos flagrante.
La excusante crisis se antepuso a cualquier entendimiento con los entes públicos y privados, que prefirieron la reunión protocolaria o la foto de rigor, para salir indemne de una cuestión en la que no se sienten partícipes.
En los tiempos en los que corren buscar comprensión y solidaridad, no resulta una buena combinación demasiado exitosa, ante la coyuntura económica reinante, donde las apreturas y los recortes están, por desgracia, a la orden del día.
No hubo entendimiento posible. Ni poco ni mucho ni nada, y por segundo año consecutivo, el anterior le tocó al masculino, la Gymnástica Portuense renuncia a una categoría ganada y sufrida en la pista. La segunda categoría más importante a nivel nacional, no sirvió como reclamo para encontrar la ayuda necesaria. Eso, también, dio igual.
A pesar de ser el club referencia de la provincia y el segundo de Andalucía, la entidad en una nota pública se lamenta de lo que se veía venir: “Las puertas no se abrían, tampoco hubo interés en que se abrieran”, achacan.
Las trabas e inconvenientes han sido una constante desde que se lograra el ascenso. La intranquilidad fue comiendo terreno 24 horas después de lograr la proeza.
Las críticas más veladas señalan directamente, sin nombrarlo, al Consistorio: “Cuando se consiguen logros a nivel nacional los primeros en alegrarse son los de casa, y los de casa no han mostrado su alegría”, señala a modo de lamentos, la nota de prensa.
Para a continuación, apuntar que, “ni siquiera han recibido al equipo de chicas que han conseguido ascender a LF2”. Precisamente, fue la alcaldesa de Puerto Real, Maribel Peinado, la que recibió al club días después de lograr ascender, en el Ayuntamiento puertorealeño.
Ellos sí, asumen la responsabilidad que les concierne, y son conscientes en la obligación de dar viabilidad al proyecto. Y recalcan que “debemos valernos de nuestro propio trabajo”, aclaran.
Dolidos
Continúa señalando que “no sabemos si es cuestión de alegría, de ganas de trabajar, de desidia o desinterés”. Sea como fuere, no ocultan su enfado: “Estamos molestos, muy molestos, porque nos han dejado solos. No nos han apoyado y los únicos mensajes y anuncios que recibimos son los de los recortes, los cuáles entenderíamos si se aplicaran con ejemplaridad y no se dieran muestras de despilfarro en otros muchos ámbitos”, recuerda la misiva.
Tras el duro palo de no poder ascender, la mente ya está puesta en seguir hacia adelante, “estamos trabajando para que la continuidad del proyecto, tanto de cantera como de los primeros equipos, no se vea afectado. Aunque es preciso aclarar que en ningún momento se ha hablado ni cuestionado la existencia del club”, enfatizan aclarando.
Para finalizar, han querido “dar la enhorabuena a la selección española U16, tras conquistar el Europeo U16 femenino. Un ejemplo de que existen más modalidades deportivas y que también las chicas lo consiguen”.
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