La asociación de vecinos de Valdelagrana, ante la implantación de la zona naranja, aprovecha para manifestar de nuevo su rechazo a dicha iniciativa, como ya indicara en las alegaciones presentadas a la ordenanza, a principios de junio.
Reafirman que “es una medida recaudatoria pura y dura, que significa un aumento de la presión fiscal en momentos económicamente tan difíciles como los actuales, que obliga a los vecinos de Valdelagrana a pagar por unos aparcamientos que contribuimos a mantener con nuestros impuestos, privatiza en manos de una empresa, aunque sea pública, el uso de las calles, y además, siempre hemos dudado que sirva para regular la ya tradicionalmente caótica situación de los aparcamientos veraniegos en la barriada”, sin que hasta el momento, a pesar de las denuncias efectuadas, se haya tenido en cuenta, indican.
Además, aseguran que será un factor “que perjudicará al turismo habitual de nuestra playa, que no podrá hacer frente a un gasto extra”.
Por otro lado, muestran su disconformidad ante la inversión realizada de 280.000 euros para implantar la zona, cuando a lo largo del año “las deficiencias y necesidades de la barriada exigen otras prioridades”. Así, indican que se paga por el aparcamiento para acudir a una playa con “errores poco comprensibles”, como el hecho de no contar con banderas azules, y con un paseo marítimo con notables deficiencias. Además, recuerdan que se instala en la avenida de la Paz, “cuya reforma lleva años inexplicablemente parada y si visos de ser terminada, y cuya línea se ha pintado sobre socavones, agujeros y zonas de baches”.
Ante el balance exitoso que ha hecho el Consistorio, incluso antes de su puesta en marcha, en referencia a las mil solicitudes recibidas, entienden que es “cuestionable”, pues recuerdan que la asociación vecinal presentó por registro 870 firmas en contra, siendo 70 de ellas de comerciantes. El balance, para final del verano, dicen.
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