Un ciudadano denuncia que, ese mediodía iba paseando por el centro, echando fotos a los altares y balcones decorados con motivo del Corpus Christi, cuando al pasar por la Iglesia Mayor Prioral, por la calle Aurora, vieron cómo caían trozos de ladrillos que casi pillan a un niño pequeño que en ese momento estaba pasando por el lugar señalado con sus madres.
Por ello entienden que dicha denuncia tiene que llegar al Ayuntamiento, para que el equipo de Gobierno actúe de manera que se tomen las medidas oportunas para evitar más desprendimientos.
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