Lo adelantábamos en pasadas ediciones, el cambio de ciclo sigue tomando terreno. El círculo se cierra y hay que hacer un punto y a parte, romper con algunos tics y, sobre todo, adaptarse a un presupuesto y a la cruda realidad. El continuismo, el sentimentalismo y las medias tintas tienen los días contados. Ni 24 horas después de tomar el cargo, las decisiones se van tomando.
Decisiones más o menos populares darán paso a una renovación profunda de gran parte del plantel. Muchos serán los que abandonen el club, bien por decisiones deportivas o por cuestiones estrictamente económicas, pero lo cierto es que el plan está trazado y la muda es más que evidente.
Es hora de tomar determinaciones y de calibrar lo verdaderamente imprescindible. Se aventura reformas, y de las grandes. Demasiados errores y tentar demasiado a la suerte, ha llevado a que Mere, recién aterrizado, empiece con la tomas de resoluciones menos gratas; comunicar la no continuidad de algunos. Viene con la lección bien aprendida y se ha ido adaptando a marchas forzadas. Desde fuera, desde el exterior, ha comprobado, de primera mano, las necesidades, las renovaciones y los descartes que hay que hacer.
No se ha querido dar tiempo a posibles especulaciones y a dar vida a rumores interesados en los mentideros. Se ha impuesto la determinación, como intentando dejar claro desde el primer momento, que la ambigüedad no es la mejor consejera, y ésta no se adapta a los nuevos tiempos donde poner nombres y apellidos es lo más auténtico.
En la agenda no solo había nombres de posibles fichajes, sino también con los que no se iba a contar.
Según avanzábamos, Alberto Piñero, Iván Sánchez y Ezequiel no seguirían en la disciplina rojiblanca. A éstos hay que sumar la de Nene y Luis Castillo.
Otra más probable sea la del que ha sido el capitán los últimos tres años, Lolo Prado. El portuense no cuenta para el nuevo técnico y todo parece que o mucho cambia la situación o Prado tiene los minutos contados como jugador racinguista.
La prioridad no pasa por con su concurso y las necesidades, según el propio preparador, es buscar en el mercado a un jugador de otro perfil y condición. Decisiones, pues, que sin ser agradables, son necesarias para ir despejando efectivos para, posteriormente, comenzar con la confección. El plan de austeridad continúa tomando protagonismo.
Complicado
Del mismo modo, el ofrecimiento de renovación también ha tenido su espacio. Alberto Fernández e Ismael ya conocen la propuesta del club y ésta no, precisamente, ha sido tomada del agrado de ambos. El recorte dificulta, hoy por hoy, calibrar las posibilidades de que los dos canteranos continúen una temporada más. Curiosamente, son los únicos que quedan de la última temporada en Segunda B. Paradójicamente, de no continuar, chocaría frontalmente con la política del club de querer reforzar la primera plantilla con jugadores canteranos y portuenses.
Veteranía
La idea de dar veteranía y sobriedad al equipo y colocar a jugadores con experiencia, parece tomar más cuerpo si cabe tras confirmarse que Bajic y Benítez tendrán ficha para la próxima temporada.
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