También se le ha impuesto al club una sanción de 20.000 euros, una decisión que el Atlético recurrirá
Madrid, 30 abr (EFE).- El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado al Atlético de Madrid con la clausura parcial de su estadio durante dos partidos y una multa de 20.000 euros por conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes, una decisión que el club ha anunciado que recurrirá.
La sanción se produce después de que en la pasada jornada, en el partido frente al Athletic Club, un aficionado aislado profirió desde la grada de animación un grito imitando el sonido de un mono dirigido al jugador visitante Nico Williams, según recogió el acta arbitral.
Fuentes del Atlético de Madrid han informado de que el club recurrirá la resolución de la Federación, por la que entienden que se castiga a miles de aficionados por la acción de un solo individuo.
Han añadido que se ha colaborado desde el primer momento con la Policía para identificar a esta persona y que, en cuanto las fuerzas de seguridad comuniquen su identidad, ese seguidor, si es socio o abonado de la entidad, será suspendido de tal condición de forma cautelar e indefinida hasta que haya una resolución judicial y, si es considerado culpable, la suspensión sería ya de forma permanente.
El Comité de Disciplina ha considerado los hechos como infracciones muy graves tipificadas en los artículos 69.1.c), 69.2.d) y 76.2, apartados b) y d), ambos del Código Disciplinario de la RFEF.
En su resolución señala que el club debe identificar antes de las 12:00 horas del día 3 de mayo próximo la estructura de las gradas del recinto para determinar la zona del estadio objeto de cierre que, según el acta arbitral, afectaría al sector situado en la grada fondo sur del campo.
"A tal efecto, en los dos próximos encuentros a disputar por el Club Atlético de Madrid, en sus instalaciones deportivas, se deberá cerrar el acceso al público en dicha zona, que quedará debidamente acotada, no pudiéndose reubicar a los espectadores que, en su caso, pudieran venir ocupando las mismas con carácter habitual", añade.
También ordena que durante la celebración de los partidos que abarca la sanción de cierre parcial, la zona clausurada deberá mostrar un mensaje visible de condena a los actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y apoyo al juego limpio.
El acta del partido reflejó que "aproximadamente en el minuto 36, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono 'UH UH'", que fue escuchado por el árbitro asistente y el jugador Nico Williams.
"En ese preciso instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al delegado del Atlético de Madrid que el partido no podía ser reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar y que en caso de repetirse, deberíamos parar nuevamente pero esta vez entrando todos al vestuario. 1 minuto después se anunció por megafonía, reanudándose el encuentro de nuevo", agrega la resolución.