Llega el 14 de febrero y como dice la canción "Love is in the Air". Con tanta flecha del amor suelta, Cupido le echa el ojo incluso a la respostería, donde las tartas y las galletas toman forma de corazón o de beso para disfrutar de un San Valentín lo más dulce posible.
"El chocolate siempre ha estado ligado a lo exótico y lo erótico, y en San Valentín, el amor se impregna de esta esencia. Por eso, el chocolate y los dulces son regalos estrella en estas fechas", afirma Laura Portillo, pastelera con una década de experiencia en la repostería creativa y dueña de Antojitos Eventos.
De las flechas de Cupido no se salvan ni las galletas de la suerte, con mensajes en su interior como "tendrás un mensaje con final final" o "sí que te quiere, jartible", a las que Laura ha querido dar un toque gaditano. Las hay incluso picantonas, "si vas a dejarme que sea sin ropa", porque como dice Portillo "en San Valentín el tono picante sube bastante". Y tanto es así que, nos confiesa, ha tenido que rechazar más de un encargo subido bastante de tono en estas fechas "porque una cosa es el humor y otra algo tan explícito".
La creatividad de Laura no tiene límites: "En la repostería creativa una siempre busca sorprender y tentar con lo visual. Si algo entra por los ojos, invita a probarlo, y si además está delicioso, ¡mucho mejor!". Como ocurre con de sus trampantojo, un bizcocho con la lengua de los Rolling Stones, disfrazado de sandwich.
Y es que algunas tradiciones resisten el paso del tiempo. Entre ellas, el regalo estrella para San Valentín sigue siendo el chocolate, aunque con una vuelta de tuerca. "El mercado se ha ampliado notablemente". Regalar un detalle dulce en San Valentín no es algo manido, ni tan predecible como puede ser regalar una caja de bombones."Cada vez hay más personas jóvenes que realizan encargos", insiste. La gente busca algo original y goloso. "En mi caso, la producción durante estas fechas aumenta hasta un 20% las ventas", explica Laura.
Ya sea para disfrutar en pareja o en solitario, el amor se celebra en todas sus formas en San Valentín. "Hoy en día, nos hemos dado cuenta de que el amor es amor, en su más amplio sentido. Desde madres que regalan a sus hijos, hasta amigos que buscan sorprender con un detalle goloso. Ofrecemos dos tipos de cajas para San Valentín: una para compartir, la Duo, y otra para disfrutar en solitario, a la que llamamos Ego", explica Laura.
Porque a nadie le amarga un dulce, especialmente después de un enero lleno de propósitos y restricciones. "Febrero marca el regreso del deseo por el dulce después de los excesos navideños", señala Laura. O ¿quizás sí? "En alguna ocasión, al entregar una caja de San Valentín, me encontré con que la persona que abrió la puerta no era la destinataria prevista", comparte Laura entre risas. Así es el factor sorpresa. "Yo simplemente dejaría la caja y que ellos se las arreglen", bromea. ¿Quién podría resistirse con tanto dulce? Ni siquiera Cupido.
